"Al General Vicente Guerrero no se le ha reconocido su aporte a la historia de México y se le ha excluido de manera injusta de la arengas, a sabiendas de que méritos le sobran, pues entre otras cosas, es un insustituible consumador de la independencia de México"
Roberto Ventura Pérez
El domingo 16 de septiembre se cumplirán doscientos dos años del aniversario del inicio de la lucha de Independencia de México encabezada por el cura Miguel Hidalgo y Costilla, que comenzó con el “Grito de Dolores” de 1810 y culminó el 27 de septiembre de 1821 con la entrada a la Ciudad de México del Ejército Trigarante, al mando de Agustín de Iturbide.
Fue Ignacio Rayón quien en 1812 realiza en Huichapan, actual estado de Hidalgo, la primera conmemoración del grito de independencia, en plena lucha insurgente. Este festejo llega hasta el día de hoy sin grandes cambios.
Desde su origen, el Grito de Independencia fue rehén de la disputa entre liberales y progresistas, por la primacía de la fiesta patria que lucharán porque sea el 16 de septiembre cuando se recuerde el origen de la nación independiente; conservadores y monárquicos pugnaran por que lo sea el 27 de septiembre, aniversario de la entrada a la capital del veleidoso Agustín de Iturbide encabezando al Ejército Trigarante. Lo curioso es que fue Maximiliano de Habsburgo quien la consagra definitivamente el 16 de septiembre, al fijar él su conmemoración.
Muy pocas veces nos hemos preguntado sobre su significado, valor y contenido, sobre las razones por las que gritamos y nos unimos en una euforia patria, el por qué arengamos, a quienes arengamos. La única certidumbre que tenemos, es que los mexicanos festejamos sin importar las circunstancias por las que atravesemos nosotros o el país.
La fiesta del 15 de septiembre es la suma de todas nuestras fiestas cívicas, ningún mexicano queda al margen de esa celebración, “es un minuto de concordia y de reconciliación” -dice con acierto Andrés Henestrosa, en el prólogo que hace al libro El Grito de Independencia. Historia de una pasión nacional, de Fernando Serrano Migallón, uno de los textos especializados sobre la arenga mexicana.
Como cada año, los ojos del mundo se concentran en la Plaza de la Constitución, donde el Presidente de la República en turno sale al balcón principal; o a la plaza de la parroquia del municipio de Dolores Hidalgo, Guanajuato, tañe la campana, enarbola la bandera, pronuncia las arengas tradicionales del Grito de Independencia, tañe nuevamente la campana, ondea la bandera y se entona el Himno Nacional Mexicano que todos los presentes corean con orgullo. El momento cumbre del grito de Dolores es cuando se proclama la libertad. Así lo hicieron en su momento los gobiernos monárquicos, los conservadores y los usurpadores, los que escalaron la Presidencia por el golpe de Estado y los que han gobernado en las últimas décadas. Y así se ha replicado a nivel estatal y municipal.
Aun cuando México estuvo invadido, intervenido o errante, los mexicanos siempre celebraron el Grito donde la autoridad legítima se encontrara. Estando el Ejército norteamericano en posesión de la capital, el acto se realizó; en los tiempos de Maximiliano, la gesta patria se conmemoró; donde estaba Benito Juárez estaban la patria, la Constitución, la bandera, el himno y el grito independentista. Todos lanzaron ¡Vivas! a los héroes que nos dieron patria, todos con su estilo personal y su lista propia de héroes arengados.
No hay reglas, ni protocolos establecidos en ley, no existe un procedimiento normativo que cumplir para dar el Grito de Independencia, cada gobernante tañe la campana de Dolores las veces que quiera (al principio o al final del mismo), quita y pone los héroes que enarbolará en su grito, casi a su antojo y acorde a su ideología, nadie le impone el orden en que deba de pronunciarlos, ni tiene determinado el número de arenga. Es una costumbre nacional que se despliega en tan solo unos minutos delirantes, todos vitoreamos al país y honramos a los héroes que nos dieron patria, una tradición que se copia e imita a nivel estatal y municipal.
Díaz instituye el 15
Durante su largo gobierno como Presidente de la República, Porfirio Díaz cambió la fecha de la celebración del Grito de Independencia para hacerlo coincidir con su onomástico, haciendo coincidir la fiesta patria con su cumpleaños, no le importó mucho el sentido habitual del festejo.
En la actualidad no hay ningún cuestionamiento sólido al respecto, la fiesta patria se celebra con el mismo entusiasmo, a sabiendas que se conmemora un día antes del momento real en que nació el movimiento independentista.
La arenga
En doscientos años de estarse conmemorando, el grito de Dolores ha evolucionado. En su primera centuria y la mitad de siguiente, las arengas eran cortas, dos, tres o cuatro a lo mucho. Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, los Presidentes de la República en turno, han venido incorporando al grito la proclama de un mayor número de héroes, algunos vinculados con esa gesta histórica y otros que nada tienen que ver con el hecho histórico, perdiendo su verdadero contenido. Se entiende que todos quieren imprimir su sello y su estilo personal de arengar, pero han tomado al Grito de Independencia como una forma de retrato instantáneo de su gobierno. En las últimas décadas estos cambios han sido notorios, sobre todo por su alto grado de politización, hasta se han peleado los lugares en donde usualmente se celebra, cada gobernante quita y pone héroes o incorpora nuevos conceptos a la lista de proclama.
La arenga representa –como acertadamente lo dice Fernando Serrano Migallón- una manifestación clara de la situación política y de los problemas existentes en el país, de las metas que se proponen y de la filosofía vigente; una muestra del estilo personal que impone al festejo cada uno de los gobernantes.
Por ejemplo, Lázaro Cárdenas del Río fue el primero que reconoció durante un “grito”, a la Revolución Mexicana como social (1937) e incorporó el concepto: ¡cooperación unidos por la paz y el trabajo, para hacer un México mejor! (1938); Manuel Ávila Camacho lanzó vítores a la solidaridad nacional; Gustavo Díaz Ordaz, tras los hechos sangrientos del movimiento estudiantil de 1968, llamó a la concordia entre los mexicanos; Luis Echeverría mencionó a los países y pueblos del Tercer Mundo; José López Portillo honró a la mujer mexicana en la figura de doña Josefa Ortiz de Domínguez; Carlos Salinas de Gortari incluyó a los Niños Héroes y a Benito Juárez; Ernesto Zedillo Ponce de León buscó crear conciencia del cambio cualitativo en su gobierno (¡Viva nuestra libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! ¡Viva la unidad de todos los mexicanos!); Vicente Fox Quesada de plano sustituyó el “Mexicanos”, por el “Mexicanas y mexicanos” y cada año agregaba o quitaba elementos o establecía vítores nuevos y no precisamente relacionados con la Independencia: ¡Viva la democracia y la libertad, viva la concordia y la solidaridad, viva la unidad de las y los mexicanos!, “Viva la unidad nacional y la paz!”
De los cinco gritos que hasta ahora ha dado el actual mandatario, Felipe Calderón Hinojosa, en 2009 y 2010, incorporó: ¡Viva el Bicentenario de la Independencia! y ¡Centenario de la Revolución! En su arenga de 2010, realizado en Dolores Hidalgo, Guanajuato, lanzó por primera vez un ¡Viva Vicente Guerrero!
Vicente Guerrero, fuera de la arenga patria
En los doscientos años que lleva conmemorándose el Grito de Independencia, el nombre del General Vicente Guerrero Saldaña ha sido uno de los grandes ausentes en las arengas patrias, a pesar de su gran aportación a la lucha independentista.
El nombre de Guerrero en ningún momento aparece arengado en los discursos hechos durante el primer centenario de la conmemoración. Es Venustiano Carranza quien lo invoca por primera vez en su grito del 15 de septiembre de 1919. Gustavo Díaz Ordaz lo incluye en el grito de los años de 1966, 1968 y 1971. Durante el sexenio de Luis Echeverría, el mandatario vuelve a arengar el nombre del General Vicente Guerrero y lo reconoce en sus Gritos como el consumador de la independencia. Lo mismo hace José López Portillo y el propio Carlos Salinas de Gortari.
En los Gritos de Independencia del gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, el nombre de Guerrero es omitido en las arengas.
Los gobiernos y la historia patria han sido injustos al no vitorear al caudillo del sur. Al General Vicente Guerrero no se le ha reconocido su aporte a la historia de México y se le ha excluido de manera injusta de la arengas, a sabiendas de que méritos le sobran, pues entre otras cosas, es un insustituible consumador de la independencia de México.
Intento de regulación de la arenga.
Pocos han sido los intentos para regular la ceremonia del grito de independencia. Uno de ellos es la “iniciativa con proyecto de decreto sobre la conmemoración del Grito de Independencia” realizada por la LIX Legislatura del Estado de Guerrero el día 20 de abril de 2010. En ella se propone que el 15 de septiembre de cada año, durante la celebración del “Grito de Independencia”, el Presidente de la República, los Gobernadores de las entidades Federativas, los Presidentes Municipales y los Jefes Delegacionales del Distrito Federal, se ciñan al Decreto sobre la conmemoración que establece el procedimiento a seguir para realizar el grito correspondiente y se establecen once vivas que abran de pronunciarse en el acto. Esta propuesta se presentó en su momento al Congreso de la Unión.
Otra de las propuestas, que me parece más idónea, es la hecha en tribuna el día 2 de marzo de 2010, por el entonces Senador de la República Ángel Heladio Aguirre Rivero, hoy gobernador del estado de Guerrero, cuando en senda iniciativa, propuso adicionar un artículo 9-A a la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales para reglamentar el protocolo y el texto que se enuncia en la ceremonia del Grito de Independencia. La propuesta establece trece vítores para el Grito, entre ellas uno para Vicente Guerrero, como “un acto de justicia que serviría para recordar la trayectoria y valores que como herencia nos dejó este héroe nacido en Tixtla en el año de 1783.”
Aguirre Rivero propuso que la arenga al pueblo quedará en los siguientes términos: ¡Mexicanos! ¡Viva la Independencia Nacional! ¡Viva los héroes que nos dieron Patria! ¡Viva Miguel Hidalgo! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Doña Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Viva el estado de____ o viva el municipio de___! (el que se aplique) ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!"
Ojalá que diputados federales y Senadores de la República, principalmente los que representan al Estado de Guerrero, retomen los dos proyectos anteriores para intentar regular el protocolo del Grito de Independencia donde se incorpore una arenga y un vítor para el General Vicente Guerrero Saldaña, como consumador de la independencia de México. ¡Viva México!
Publicado:
Periódico Pueblo Guerrero, 14 de septiembre de 2012
Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 14 de septiembre de 2012
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sábado, 15 de septiembre de 2012
Historia de la arenga independentista
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