viernes, 30 de diciembre de 2011

Don Erasmo Echeverría Barrera

Desde hace 29 años vende combas, cacahuates y huaraches

Vendedor de semillas, un testigo del crecimiento y urbanización de Azueta

Hercilia Castro
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Zihuatanejo, 27 de diciembre. Se sienta paciente con su carretilla en la esquina de las combis que van a la comunidad de Coacoyul. Ahí está don Erasmo Echeverría Barrera, a la espera de que compren sus semillas, tal y como vende desde hace más de 29 años en el puerto.
Echeverría Barrera cuenta que le ha tocado presenciar cómo se construyó el desarrollo turístico de Ixtapa a la par de la urbanización de Zihuatanejo: “A mí me tocó construir los primeros hoteles de Ixtapa, cuando todavía no estaba, ahí anduve de albañil trabajando”.
Originario de Cantón de Guerrero, en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en la región de Tierra Caliente, Echeverría Barrera recuerda que llegó al puerto en busca de trabajo: “yo me vine joven acá, porque en mi tierra no había trabajo, nada de trabajo había, allá trabajaba pasando gente, burros, toros en un barco de madera en el río Balsas. Pasábamos a la gente, ahora ya hay puente, antes no, me gritaban ‘órale guache bájate a darle el golpe al barco’, de eso trabajé”.
Relata que al llegar a Zihuatanejo, no existían calles ni había urbanización, “pura palmera en Zihua, no había nada, todo eran palmeras, la laguna Las Salinas sobrepasaba, era pura agua”.
Expresa que se dedicó a vender semillas porque “hay mucha gente de Tierra Caliente, aquí viene a comprarme las combas, la pipiana, el cacahuate, frijol judío, huamúchil, huaraches que los traigo de Altamirano, pero sale más barato en Tlapehuala… La comba se come con todo, en todo la guisas, hasta tiene un verso:
‘Ajuchitlán de las combas qué comida tan sagrada, con su rama de epazote, que manteca ni que nada’”, recita el vendedor.
Echeverría Barrera expresa que tiene dos hijos a los que sacó adelante con la venta de sus semillas: “yo quise fueran personas diferentes, tengo un doctor y una mujer que se casó, pero les di todo para que fueran mejores que yo”.
Con aspecto agobiado por el sol, Echeverría Barrera recuerda que hace unos años todavía vendía bien, pero lamenta que los turistas ya no abunden y la situación de violencia esté “en todas partes”.
A sus 70 años, el vendedor recuerda cuando no hubo caminos en la región de Tierra Caliente y el boleto en “el chilolo” tuvo precio de siete pesos, “ahora te gastas 130 pesos, 50 para andar en pasaje allá, como sea, 50 son un gasto. Todo subió, sale más caro, todo cuesta y no hay dinero”.
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Consulta en:
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/12/30/index.php?section=sociedad&article=006n2soc

domingo, 18 de diciembre de 2011

En prensa, libro del cuijleño Eduardo Añorve Zapata




“Me parece que el libro Los Hijos del Machomula representa uno de los primeros libros de la Costa Chica que se atreve a sacar a la luz algunas verdades dolorosas que a veces se prefiere olvidar y callar, como la constante persecución que los afrodescendientes han vivido a lo largo de su historia en este país": Beatriz Morales Fabá, experta afrocubana

Los Hijos del Machomula es el título del libro del cuijleño Eduardo Añorve Zapata que se encuentra en un taller de prensa de Chilpancingo, preparándose para salir a la luz en los próximos días, de acuerdo con información recogida por El Faro.

En la contraportada de este libro puede leerse: “A Eduardo Añorve le apasiona el tema de la negritud, al grado de que durante los años de 1999 a 2006 la mayor parte de su trabajo como escritor, periodista y fotógrafo, incluso como poeta, la dedicó a este singular tópico, hasta reunir esta obra que consta de una extensa serie de artículos y un reportaje fotográfico que fueron publicados en diversos diarios y revistas del estado de Guerrero, en las que el autor hace una descripción casi antropológica de la tercera raíz, la afromexicana.

“Los Hijos del Machomula no es un libro entretenido, es un libro interesante en el que, ahora sí, con una narrativa entretenida, que va de lo mero anecdótico al estudio profundo, el autor se vale de los temas más inesperados para contarnos la cultura afromexicana de la Costa Chica y, de modo particular, de Cuajinicuilapa”.
Este libro consta de alrededor de 270 páginas con textos periodísticos de Añorve Zapata, además de otras 16 que se incluyen como separata, en las que se aprecian la misma cantidad de fotografías sobre el baile de los Diablos, en un foto reportaje denominado Ya se van los Diablos.

Además de esa separata, el libro se integra con dos partes de artículos y ensayos sobre el tema de la africanidad en México y, específicamente, de la Costa Chica.

El texto introductorio, con el título de Palabras para los Hijos del Machomula, fue elaborado por la doctora en antropología Beatriz Morales Fabá, experta afrocubana, quien anota: “Me parece que el libro Los Hijos del Machomula representa uno de los primeros libros de la Costa Chica que se atreve a sacar a la luz algunas verdades dolorosas que a veces se prefiere olvidar y callar, como la constante persecución que los afrodescendientes han vivido a lo largo de su historia en este país. Siendo gente muy capaz e inteligente, han sido vistos desde afuera como un grupo que solamente quiere disfrutar la vida”.

La edición del libro estuvo al cuidado del autor y su impresión se costeó haciéndose una preventa del mismo entre personas interesadas en él, y se espera que se encuentre en circulación los primeros días del año 2012.

Por FRANCELIA Jáuregui
Cuajinicuilapa, Gro.



Suplemento vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 16 de diciembre de 2011

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cutzamala: pretende cronista Alfredo Mundo abrir un museo

Escrito por Jesús Santos Benítez

CUTZAMALA DE PINZÓN, GRO. El cronista municipal Alfredo Mundo Fernández dijo a Despertar del Sur que tiene el propósito de abrir un museo particular, debido a que hace falta y el gobierno municipal no cuenta con el recurso material para ponerlo en funcionamiento.

En ese museo, agregó el escritor, se van a exponer documentos históricos de personajes que lucharon por la independencia de México y que son originarios de esta población.

Se hará un retablo para exponer fotografías antiguas que representan al viejo Cutzamala y el desarrollo social, cultural y económico, adelantó.

Dijo que además se van a exponer copias de documentos que se encuentran en el archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y que tienen una antigüedad de 200 años, “me refiero a documentos históricos de 1860”.

Se trata de datos del sitio de Cutzamala y las firmas de sacerdotes plasmadas en 1820 y 1862, un documento auténtico de la fecha en que se erigió la torre de Cutzamala, quién la construyo y los nombres de las personas que aportaron su cooperación para edificarla, añadió Mundo Fernández.

La idea de abrir un museo es para dar a conocer la historia y su tiempo de Cutzamala, en la que participarán Alfredo Mundo Fernández y René Fernández Rojo como impulsores del proyecto.

Sólo falta confirmar el lugar social para establecer el recinto de las instalaciones del museo, “desde luego, se pretende que este sea un lugar amplio, dentro del primer cuadro de la cabecera municipal”, dijo para concluir el escritor Alfredo Mundo Fernández.

Despertar del Sur, 12 de octubre de 2011


http://www.despertardelsur.com/ds/index.php?option=com_content&view=article&id=27063:cutzamala-pretende-cronista-alfredo-mundo-abrir-un-museo&catid=1:region&Itemid=2

lunes, 3 de octubre de 2011

Azoyú, historia y tradición


Opinión

Emilio Bustos Aguilar

Para celebrar en grande la llegada del iglesia católica a la Costa Chica de Guerrero, y de manera particular a Azoyú, enarbolando como divisa amor y paz a los hombres de buena voluntad, se ha movilizado la iglesia católica representada por el dinámico sacerdote Joel Salazar Bailón, como a las diversas mayordomías responsables de cumplir el viejo rito anual para honrar y homenajear al querido patrón del pueblo, el invencible batallador, San Miguel Arcángel.

Intentar contar la historia de este hecho de tanta significación, porque transformó antiquísimos hábitos y costumbres de los nativos de este nuevo mundo, choca con la tradición oral, que de boca en boca y, por generaciones, recibimos los actuales moradores de Azoyú, al carecer del necesario sustento histórico, reduciéndolo a lo novelesco, utópico o mitológico.

Según la tradición, para la evangelización tuvieron que contar con un lugar ex profeso y céntrico de la comunidad, para lo cual, los primeros misioneros y feligreses habilitaron un rústico jacalón, con techo de zacate; con el tiempo edificaron una iglesia de adobe con piso de ladrillos, que derribó el sismo de 1936; el pueblo, las mayordomías, al no haber sacerdotes de planta, edificaron un tercer templo, que por su mal estado, después de muchos años de servicio, fue demolido para edificar la actual parroquia, correspondiendo este mérito al padre Rafael Cortés Gaspar, actualmente radicado en Ometepec, su tierra, en donde también asumió la responsabilidad de construir la actual catedral, orgullo de esa ciudad.

Hurgando en viejos archivos, que en parte fue posible localizar, con certeza puede afirmarse que, si bien el 8 de mayo de 1811, los portadores de la buena nueva llegaron para fundar la parroquia de Azoyú, a partir de 1533 se inició formalmente la evangelización de los habitantes de la Nueva España, con la participación de sacerdotes agustinos y franciscanos; correspondió iniciar en nuestra región esta tarea a Fray Juan Bautista Moya, Fray Martín de la Coruña y Fray Jerónimo Jiménez de San Esteban.

Por razones de organización y espacio, sería largo y prolijo detallar las diversas jurisdicciones de la parroquia de Azoyú; en sus inicios correspondió a la Diócesis de Puebla, que abarcaba Chilapa, Ayutla, San Luis Acatlán y Ometepec; cuando la parroquia de Ayutla ascendió a la categoría de vicaria foránea, la parroquia de Azoyú fue incorporada, igual que la de Cuilutla y San Luis Acatlán.

También fue “sufragónica” de la parroquia de Ometepec; Posteriormente, la parroquia de Azoyú tuvo a Chilapa como Diócesis y finalmente corresponde a la de Acapulco.

Esta Diócesis, seguramente para mejorar a la feligresía su misión apostólica, incorporó al decanato número 9 “El buen pastor” a las parroquias de Ometepec, Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Igualapa, Azoyú, Cuajinicuilapa, Huajintepec y Zacualpan.

La evangelización de las costas del mar Pacífico fue acometida con el fervor y ánimo que siempre distinguió a los primeros representantes de la nueva religión, para erradicar la idolatría que por siglos había prevalecido entre la diversidad de etnias que habitaban este nuevo continente; quizá como consecuencia de la adopción de la nueva doctrina, se hayan dado las confrontaciones de la que nos habla la tradición; por ejemplo, se dice que por diferencias internas, sin que sepamos las causas y sus orígenes, los indígenas de Azoyú robaron al pueblo de Pinotepa de Don Luis a su Santo Patrón, San Miguel Arcángel, trayéndose, junto con el Santo, a tres señoritas, más las campanas mayores; se dice que una de las doncellas fue enterrada viva en el camino y que las otras dos, también vivas, fueron enterradas al lado de la entrada de la puerta del templo de Azoyú, lo que impidió que los aborígenes de Pinotepa de Don Luis recuperaran a San Miguel y sus campanas (por la leyenda que figura en dicha campana, hace suponer que fue forjada en Italia y llevada a España, de donde fue traída a Cuba y de Cuba a México).

Ante la frustración de su intento, los de Pinotepa de Don Luis se llevaron al que en aquel entonces era patrón de Azoyú, San Sebastián.

A grandes rasgos, y seguramente omitiendo muchísimos datos que enriquecerían la historia de la llegada de la iglesia católica a Azoyú, su labor apostólica ha sido positiva, tanto que San Miguel Arcángel, desde hace dos siglos, está firmemente arraigada en el alma y en el corazón de los azoyutecos, y si a esto se añade la permanente labor evangelizadora de los diversos sacerdotes que han tenido esa delicada responsabilidad, como natural consecuencia, somos testigos y partícipes de homenajes tan singulares como el tributado en ocasión de los doscientos años de la llegada de la iglesia católica a nuestro querido Azoyú.


Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 30 de septiembre de 2011

Azoyú, a través de su historia

Las civilizaciones prehispánicas estaban formadas por diversos grupos sociales: gobernantes, sacerdotes, jefes militares, comerciantes, guerreros, artesanos, agricultores, etc. También fueron excelentes astrónomos y matemáticos, y tenían un alto conocimiento del uso de la herbología o herbolaria.

Creían en más de 200 dioses siendo los principales el Dios de la Lluvia, el Dios de la Guerra y el Dios de la Sabiduría (Tláloc, Huitzilopochtli y Quetzalcóatl, en náhuatl).

Atribuían muchos fenómenos naturales a la ira y felicidad de los dioses y se dice que se les ofrecían sacrificios humanos por temporadas. Usaban un calendario civil de 365 días (Xihuitl, en Náhuatl) y un calendario sagrado de 260 días desde el cual se extraían horóscopos y días funestos (Tonalpohalli, en Náhuatl).

Gran parte del conocimiento que tenemos sobre las culturas indígenas de la época de la conquista se lo debemos a los misioneros. Aprendieron las lenguas, escribieron diccionarios y recogieron información valiosa sobre el saber y las formas de vida prehispánicas.

Numerosos grupos de indígenas se resistieron a abandonar sus creencias, pero al paso del tiempo el catolicismo se arraigó en la población indígena y mestiza. A los rituales religiosos se incorporaron formas de celebración y de culto, que tienen su origen en las tradiciones antiguas y que dieron al catolicismo popular una personalidad propia.

Códices Azoyú I Y II:

Los códices Azoyú I, (Humboldt Fragmento) y Azoyú II, que relatan los anales de la historia y tributación de las etnias tlapaneca, mixteca y nahua, que convivieron en el territorio del Reino de Tlachinollan, comparten su registro calendárico.

El estudio del Códice Azoyú 1 (Constanza Vega, 1991), ha mostrado a través del registro de sus años, que abarca de 1300 a 1565, después de Cristo, los nombres de los pueblos, las genealogías de los gobernantes, las ceremonias de conquista y dominación de pueblos. Igualmente, los datos sobre población vertidos en la Relación de Pueblos de 1571, escrita por fray Alonso Delgado (1904: 97-107), han mostrado la existencia de este reino cuyo territorio se localizaba en la región oriental de la Sierra Madre del Sur, el cual quedaba comprendido entre los pueblos de Chiepetlan, al Norte; Totomixtlahuaca, al Sur; Atlimeaxac, al Este; y Quecholtenango al Oeste.

Desde el punto de vista histórico y geográfico, los tlapanecos se dividen en dos grupos: los tlapanecas del Sur (Yopes) que no estaban gobernados por los aztecas y formaban parte del señorío independiente de Yopetzingo; y, por otra parte, los tlapanecos del Norte, que estaban asociados con Tlapa (antiguo Reino de Caltitlán-Tlachinollan) y fueron tributarios de los mexicanos.

Sin embargo, los yopes y tlapanecas son, o eran, un único grupo con algunas variaciones dialécticas.

Estos yopimes y tlapanecas eran de la comarca de Yopitzingo, es por eso que les llamaban Yopes, que quiere decir “hombres almagrados”, porque se embijan con color; su ídolo se llamaba Tótec Tlatlanchqui Tezcatlipoca, que quiere decir Ídolo Colorado, pues su ropaje era así, colorado, y lo mismo vestían sus sacerdotes.

El códice Azoyú I, relata que la dinastía de Tlapa se inició en el año 3 ollín (1300 d. C.), por los señores Muerte y 10 Venado. Durante un lapso de 120 años, los señores Tlapanecos fueron forjando su poder en medio de una serie de conflictos regionales, hasta que en el año 7 ehécatl (1421 d. C.) el gobernante Bandera de plumas de Quetzal, logró consolidar el poder de Tlachinollan. Este gobernante comenzó un período de expansión con el dominio de los señoríos competidores.

Sin embargo, la expansión tlapaneca se vio detenida por la irrupción mexica en el norte de la montaña a finales del siglo XV, las presiones de la triple alianza se sintieron por el año 1461, durante el gobierno de Moctezuma I, cuando se estableció una frontera de guerra a lo largo del río Zizintla.

De acuerdo con el códice Azoyú I, Tlapa se rindió a los ejércitos Mexicanos en el año 7 Venado del calendario tlapaneca, entre el 19 de mayo de 1486 al 18 de mayo de 1487, durante el gobierno de Ahuitzotl.
El emperador Moctezuma denominó pueblo tributario de los mexicas a “Tlachichinolapa”. El tributo consistía en piedras semipreciosas, lana, mantas y pieles de animales. Así permaneció durante los reinados de Tizoc y Ahuizotl. Hacia el gobierno de Moctezuma Xocoyotzin, el señorío tlapaneco fue integrado al territorio conquistado y sólo algunos tlapanecos lograron salir hacia Azoyú.

Tiempo después, el señorío de Tlapa fue conquistado por los españoles entre 1521 y 1522. Por la riqueza de sus placeres auríferos fue adjudicado al mismo Cortés en 1526, pero éste nunca pudo reclamarla, por lo cual fue ocupada por el tesorero Alfonso de Estrada y Bernandino Vázquez de Tapia; la región tlapaneca comenzó a ser evangelizada por los agustinos desde 1535, quienes fundaron conventos en la montaña, principalmente a lo largo del río Tlapaneco y en el área de Totomixtlahuaca. Todas las doctrinas fueron secularizadas antes de 1777, pasando la provincia a ser administrada por la Diócesis de Tlaxcala y posteriormente por la de Chilapa.

El pueblo de Azoyú fue fundado en 1486, por una tribu tlapaneca emigrante del “Reino Tlachinollan", y en época de la Colonia llegó a ser cabecera tributaria de varios pueblos.

Durante la época colonial, Azoyú estuvo ligado siempre a la jurisdicción de Tlapa. Al pasar Tlapa a ser encomienda, Azoyú fue designado “Encomienda de su majestad”; es decir que queda en manos de caciques indígenas aliados al poder español.

La religión católica en Azoyú

Aunque se dice que la región fue evangelizada por los frailes agustinos en el año de 1535, en el pueblo de Azoyú no se contaba con un representante de la Iglesia católica. Los sacerdotes asistían esporádicamente a oficiar desde San Luis Acatlán u Ometepec, a lomo de caballo y en ocasiones a pie; no fue sino hasta el año de 1811 cuando fueron designados los presbíteros José Antonio Cárdenas y José Guzmán Ortega, como los primeros evangelizadores permanentes en el municipio de Azoyú; sigue una larga lista de los sacerdotes que han prestado su servicio en esta comunidad, destacando el presbítero Rafael Cortés Gaspar, quien a finales de los años 50 inició la construcción de la actual iglesia que luce nuestro pueblo. Cierra la lista el presbítero Joel Salazar Baylón, actual párroco del templo de San Miguel Arcángel, el santo patrono de los azoyutecos.

No cabe la menor duda que el pueblo de Azoyú cuenta con una sólida y añeja historia que habla de su fundación, de su relación con el pueblo de Tlapa; de su cultura, de su política; de sus más de 300 mayordomías que guardan y conservan sus tradiciones y costumbres, de su gente que a pesar de sus diferencias ideológicas, y que hoy observan una tolerancia hacia otras manifestaciones religiosas. La mayoría converge en un punto: la convivencia familiar y social en torno a un credo que por siglos los ha mantenido unidos, en paz social, y orgullosos de sus raíces.
Y preparémonos para vivir la experiencia que nos brinda la celebración de “La Llorada” el próximo día 6 de octubre. Un increíble y conmovedor acto de perdón y memorial colectivo. No se lo pierda.

Compilación: Isaías López Abundis

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 30 de septiembre de 2011

Arrancan hoy festejos por el 126 aniversario de erección del municipio de San Marcos


Parroquia de San Marcos Evangelista


El municipio de San Marcos, "tierra de las mujeres bonitas", se encuentra de manteles largos al cumplirse 126 años de su erección como municipio, lo cual llena de alegría y gran orgullo a todos los sanmarqueños.

San Marcos, ante conocido como el poblado de La Estancia, y que tras su evangelización adoptó el nombre de su santo patrón, San Marcos, fue erigido como municipio por el gobernador Francisco O. Arce, el 29 de septiembre de 1885.

Cabe mencionar que de acuerdo con la monografía oficial del municipio de San Marcos, éste se localiza en la costa sur-sureste del estado de Guerrero, en la región económica y cultural de Costa Chica; La superficie del municipio cuenta con una extensión territorial total que cubre 960.7 kilómetros cuadrados; lo que representa un 1.51 por ciento respecto a la superficie territorial total del estado. Sus colindancias territoriales son al norte con los municipios de Tecoanapa y Juan R. Escudero, al sur con el Océano Pacífico, al este con Florencio Villareal y parte de Tecoanapa y al oeste con Acapulco de Juárez.

Entre sus atractivos figuran los 43 kilómetros de litoral marítimo con playas vírgenes, que están en proceso de urbanización. Estas playas son visitadas por la población local en temporadas vacacionales como es Semana Santa, las vacaciones de verano y la época decembrina. “Si iniciamos un recorrido partiendo de San Marcos, encontraremos paisajes de vegetación tropical, palmeras, laguna y mar, llegando a un lugar exótico conocido como la Laguna de Tecomate”, citan cronistas.

Esta laguna se extiende a lo largo de 22 kilómetros y su composición es de agua dulce y agua salada por la entrada de mar en la Barra de Santa Rosa. Posee una variada flora y fauna, formada por manglares, palmeras y árboles tropicales.

La población de Tecomate la integran unas 200 familias que viven de la pesca y un poco de la agricultura y la ganadería.

La playa El Dorado, es una de las principales de San Marcos, que en la época de vacaciones es abarrotada por los miles de visitantes.

En este municipio se pueden encontrar amplias playas por un mar abierto, que permite la natación y la práctica de deportes acuáticos como el surf. En temporadas vacacionales se instalan servicios de alimentos y bebidas en ramadas rústicas y operativos especiales para garantizar la seguridad de los turistas.

A cinco minutos se encuentra otra playa similar conocida como el Amesquite, mientras que en la comunidad de San José Guatemala se encuentra el Campamento Tortuguero a cargo de la Asociación Civil “Déjame Llegar al mar” A. C., organización que lucha intensamente por la preservación de las más importantes especies de tortugas que habitan en estos litorales.

En algunas comunidades del municipio se han descubierto lugares donde brotan aguas termales, por ejemplo, El Coacoyul, El Cortez, El Tamarindo y Yucatán de las Flores.

En el municipio se cuenta con pocos monumentos históricos, uno de ellos es en honor a Cuauhtémoc, el último emperador azteca, y la parroquia del Señor San Marcos Evangelista. La Iglesia del Santo Patrono del pueblo está formada por un agradable jardín en el que se puede disfrutar el paisaje citadino, descansar y relajarse en un ambiente agradable y de mucha tranquilidad.

Además es una reliquia religiosa histórica y cultural por el hecho de haber sido el sitio en que el párroco de la misma escribió la famosa canción de “La Sanmarqueña”.

San Marcos es también cuna de destacados grupos musicales que han alcanzado reconocimientos nacionales e internacionales.

Aquí cada año se celebra la tradicional Feria Regional en honor al Señor San Marcos, con eventos religiosos, sociales y culturales, siendo el 25 de abril el Día Grande para los sanmarqueños.

Llamativos son también sus concursos de belleza que confirman su bien ganada fama como “el lugar de las mujeres bonitas”.

A partir de este viernes 30 de septiembre, pueblo y gobierno de San Marcos festejarán los 126 años de la erección de este pueblo como municipio, con encuentros cívicos, artísticos y sociales.

Por FRANCISCO Javier Hernández
San Marcos, Gro.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 30 de septiembre de 2011

Festeja Azoyú 200 años de evangelización permanente


*6 días de fiesta para San Miguel Arcángel en un pueblo con más de 500 años de historia

En el marco de los festejos de San Miguel Arcángel, Santo patrono de Azoyú, este pueblo de origen tlapaneco festejó el bicentenario de su evangelización permanente, ya que, según registros, en el año de 1811 llegó a esta costumbrista y tradicionalista comunidad, el primer sacerdote que habría de hacerse cargo de las celebraciones eucarísticas, para así fomentar el cristianismo entre sus pobladores.

La llegada de estos evangelizadores se dio 322 años después de que Azoyú fuera fundada por una tribu tlapaneca que habría emigrado desde el reino de Tlachinollan.

En honor a este acontecimiento, y aprovechando la fiesta del San Miguel Arcángel, se llevaron a cabo seis días de actividades culturales y religiosas en la que participaron, como ya es costumbre, los seis barrios de la cabecera municipal, festejos que culminaron este jueves, 29 de septiembre, con la celebración de una misa que fue oficiada el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfías Merlos, quien a su vez estuvo arropado por siete sacerdotes del decanato número nueve “El buen pastor”.

Día 24. La recepción de Chuchapa

Las actividades religiosas dieron inicio el día sábado, 24 de septiembre, con la tradicional recepción del sacerdote, en el arroyo Chuchapa, entre feligreses de los diferentes barrios que conforman la comunidad; con este encuentro se emula la recepción que anteriormente se le daba al sacerdote que la iglesia católica enviaba desde la parroquia de Chilapa, vía San Luis Acatlán.

Día 25. La llegada de San Miguel

Como ya es tradición, el día 25 de septiembre, el pueblo azoyuteco encabeza una peregrinación desde la vecina cabecera municipal de Juchitán. Con este acto se recuerda la bienvenida que el pueblo de Azoyú le diera al santo patrono cuando fue recuperado de la capilla de Pinotepa de Don Luis.

Al respecto de este pasaje, en los anales de la historia de Azoyú se registran dos versiones: en la primera, cuentan los principales (ancianos del pueblo), se inició una disputa entre el pueblo de Pinotepa de Don Luis, Oaxaca, y el pueblo de Azoyú, puesto que los primeros se llevaron a Pinotepa de Don Luis al anterior santo patrono de los azoyutecos, San Sebastián; en venganza, los azoyutecos se robaron al Santo Patrono de Pinotepa de Don Luis, San Miguel Arcángel. Se dice que el hurto y la recuperación de San Miguel se repitió en varias ocasiones, hasta que los pobladores de ambos pueblos decidieron darle término a esta disputa dejando a los dos santos en los lugares que se encuentran actualmente, San Miguel en Azoyú y San Sebastián en Pinotepa de Don Luis, preservando entre sí un lazo de mutuo respeto y hasta de hermandad.

Día 26. Contingente de Pinotepa de Don Luis

Tras el literal intercambio de santos patronos, y para refrendar el compromiso y vínculo eclesiástico (cuya historia merece una mención aparte), el día 26 un contingente del pueblo católico de Pinotepa de Don Luis, Oaxaca, visitó el santuario de San Miguel. Ese mismo día se contó con la visita de otro contingente venido desde Igualapa.

La recepción de ambos contingentes se llevó a cabo en la entrada de la cabecera municipal, precisamente en el lugar conocido como “Las Ollitas”, desde donde marcharon hacia el centro de la población acompañados por bandas de “Chile Frito” y danzas tradicionales. Fue un memorable encuentro de diferentes culturas y una sola fe.

Día 27. Lavada de la plata

Hacia el mediodía del cuarto día de fiesta, los feligreses de Azoyú llevaron a cabo el “lavatorio” de los ropajes del Arcángel San Miguel, labor que, según la tradición, recae en los indígenas tlapanecos del barrio Oriente. Para llevar a cabo esta actividad, el jefe de los Ejércitos de Dios es bajado de su solio. Junto con los ropajes, los fieles también lavan el oro y la plata que adorna al Santo Patrono.

Por la tarde, se desarrolló un acto cultural en la explanada cívica ubicada frente a la iglesia, donde participaron artistas del pueblo como Juan Carlos Bautista y sus teclados; Alfredo Niño y su hijo Norier; de Ometepec participaron Mariano y Laurita; Nacho el hijo de Leonardo “El Romántico”; Mateo y sus amigos; Luciano Hilario y Ramiro Aparicio, un excelente cantante de Igualapa, todos ellos interpretaron lo mejor de su repertorio musical.

Día 28. Cambios de mayordomos

En el penúltimo día de fiesta se llevó a cabo el cambio de la mayordomía; en esta ocasión los mayordomos salientes fueron Helmer Bustos García y René Nabor; mientras que lo que recibieron fueron Mauro Santiago Hernández y Lorenzo Hernández Hernández, quienes se encargarán de la organización de los festejos del año próximo, 2012.

Día 29. El festejo grande

Como todos los años, durante la madrugada del día 29, en la parroquia que lleva su nombre, se cantaron mañanitas en honor a San Miguel Arcángel; luego, a las 10:00 de la mañana, inició el arribo de cada barrio a la plaza cívica, la cual se techó con enormes lonas para improvisar el altar donde se celebraría una misa solemne.

De manera inédita, por primera vez en 200 años de culto, y para dar cabida a los feligreses convocados, la plaza cívica de Azoyú fue habilitada como santuario de San Miguel Arcángel y hasta ese lugar se congregaron los feligreses de las capillas de “Los Liborio”, de “Los Remedios”, del Barrio del Tepeyac, del barrio de La Tejería, dem la capilla de la Virgen de Guadalupe y de la capilla de San José.

Cada contingente arribó con sus respectivas bandas y danzas, como “La Conquista”, “Los Diablos”, “Los Tlaminques”, “Los Vaqueros”, “El Toro de Petate” y el “Macho Mula”.

Fue hacia las 12:00 del día cuando San Miguelito fue bajado de su solio por un comité integrado por indígenas nativos, quienes lo llevaron al altar improvisado donde se celebraría la magna misa.

Mientras los contingentes religiosos hacían acto de presencia, en el estrado se encontraban autoridades civiles, a saber, el presidente municipal, Omar Justo Vargas; la subcoordinadora de los Servicios Regionales Educativos de la Costa Chica, Consuelo Ibancovichi Muñoz; Luis Justo Herrera, además de comisarios municipales.

El contingente que entronó a San Miguel Arcángel en su improvisado solio era encabezado por el párroco decanato, Joel Salazar Bailón. El Santo Patrono era flanqueado por el arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, monseñor Carlos Garfias Merlos; Erasto Juárez Julián, vicario episcopal en la Costa Chica y párroco de Marquelia; Pedro Rumbo Alejandri, párroco de San Luis Acatlán; Roberto Coleman, de Zacualpan; Juan Sánchez Espinoza, de Quetzalapa; y Nicolás Orbe de la O., de Igualapa.

La celebración de la eucarística estuvo oficiada por el Arzobispo, Carlos Garfias Merlos, en conjunción con los párrocos del decanato número nueve, quienes también confirmó en la fe cristiana a niños y jóvenes del municipio.

Por la tarde, el pueblo disfrutó de las danzas tradicionales del pueblo, como Los Diablos, La Conquista, El Tigre y El Toro y los Vaqueros; y por la noche se quemó un castillo de juegos pirotécnicos, cerrando con ello los festejos del 200 aniversario de la evangelización permanente en Azoyú.

Por ISAÍAS López Abundis
Azoyú, Gro.

Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 30 de septiembre de 2011

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Rinden honores a lugarteniente de Vicente Guerrero, en Alcozauca

El alcalde Julio César Salmerón, cabildo y pueblo de Xonacatlán rinden homenaje a Juan del Carmen; el gobierno estatal no envió representante

Salomón González Guerrero/Alcozauca

Tal y como estaba programado, se desarrolló el protocolo en honor a Juan del Carmen, brazo derecho del General Vicente Guerrero Saldaña, lo extraño fue que el gobierno no envió en su representación a Jesús Pastenes Hernández, por lo que se cree que en materia de cultura y tradiciones, el gobierno estatal está verde.

En el Cerro Guerrero, antes Cerro de La Concepción, este martes a las 10:00 horas se le rindieron honores a Juan del Carmen, quien fuera lugarteniente del General Vicente Guerrero en la lucha por la Independencia de México, informó Rómulo Arriaga Morales, secretario municipal de Alcozauca.

El funcionario municipal precisó que a la hora antes señalada, la administración que encabeza el perredista Julio César Salmerón Salazar, en compañía de su cabildo municipal, instituciones educativas, comisarios y pueblo en general de Xonacatlán, llevaron a cabo el acto cívico- cultural.

Reconoció que esta tradición se había perdido, “se sabía que de los años 80 hacia atrás se hacía este evento, de pronto se perdió y fue con la llegada de Julio César Salmerón a la alcaldía cuando hace tres años se inició nuevamente con esta tradición de subir al mencionado cerro a rendirle homenaje a Juan del Carmen.

Asimismo, Arriaga Morales precisó que antes, al cerro se le conoció con el nombre de La Concepción, pero en honor al General Vicente Guerrero se le cambió el nombre a Cerro Guerrero; ahí estuvo el cuartel del General Vicente Guerrero y ahí murió Juan del Carmen, “ahí está su tumba, es un hecho histórico que distingue al municipio de Alcozauca”.

La historia cuenta que Vicente Guerrero mandó construir la iglesia del pueblo y les donó los santos de San Pedro y de la Asunción; Xonacatlán es un pueblo mixteco habitado por cerca de 600 indígenas de la etnia mixteca.

Xonacatlán es un pueblo que ya existía en 1825, fecha en que murió Juan del Carmen y cuando Vicente Guerrero instaló su cuartel en este lugar, María Juana, una mujer que ayudaba al Ejército insurgente llevándoles bastimento y agua debajo de las nahuas de las mujeres, es esa la aportación que hizo el pueblo de Xonacatlán, por eso en agradecimiento, Vicente Guerrero les hizo la iglesia y les donó las imágenes de dos santos.

Juan del Carmen, sabemos que es de Cuaninchinipa del municipio de Tlacoachixtlahuaca y murió en la lucha en el ahora Cerro de Guerrero; a este evento asistió un representante del Coronel Gustavo Campos Armendáriz, Comandante del 93 Batallón de Infantería de la 35 Zona Militar y Eliseo de Jesús Solano; del gobierno estatal no acudió nadie, ya que al parecer a Jesús Pastenes Hernández, director de Actividades C

Periódico Pueblo Guerrero, 28 de septiembre de 2011

domingo, 11 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Totolapan no se fundó el 6 de septiembre de 1954: Bolívar


Escrito por Ramiro Vargas Beltrán


SAN MIGUEL TOTOLAPAN, GRO. El maestro Bolívar Ochoa Díaz, cronista municipal, historiador e investigador de origen totolapense, sostiene que difundir la versión de que San Miguel Totolapan se fundó un 6 se septiembre de 1954 no es verídico.
Entrevistado sobre este aspecto, subrayó que el 6 de septiembre de cada año se realiza “El Corte de Rosas”, pero este será un tema que se abordará por separado, por el momento se puede decir, que este festejo nada tiene que ver con la presunta fundación del pueblo totolapense de origen cuitlateca, según investigación del maestro Ochoa Díaz.

En su obra “Crónica de San Miguel Totolapan”, el maestro Bolívar Ochoa Díaz sostiene que “después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492, el Papa Alejandro Sexto, (de nombre Rodrigo Borja), otorgó a los reyes de España derecho de propiedad sobre las tierras descubiertas, y las demás por descubrirse, a condición de evangelizar a los habitantes que en ellas encontraren. La tarea evangelizadora no era fácil, en primer lugar, por el desconocimiento de la lengua y religión nativas, y por otra, la ignorancia de costumbres y tradiciones de los pueblos sometidos. Sin embargo, fueron el uso de la música, el teatro y la danza como el mejor recurso pedagógico”.

Entrevistado al respecto, Ochoa Díaz sostiene que “la Historia general de las cosas de la Nueva España”, fue escrita por Fray Bernardino de Sahagún a principio de la Colonia, como una profunda obra de investigación y registro de la historia, religión, cultura, costumbres y tradiciones de los naturales de esta tierra, contenido que concentra en 12 libros. El primero habla sobre los dioses que adoraban los nativos; el segundo, sobre las fiestas para sus dioses que honraban; el tercero, sobre el principio de sus deidades; el cuarto, sobre astrología y arte adivinatorio; el quinto, sobre los agüeros y pronósticos naturales; el sexto, sobre oraciones a sus dioses, retórica y filosofía; el séptimo, tratado del sol, la luna y las estrellas; octavo, sobre gobernantes y gobierno de sus reinos; noveno, sobre mercaderes, oficiales de oro y pluma rica; décimo, sobre general historia; undécimo, sobre el bosque, jardín, vergel; el doce libro, sobre la conquista de la Nueva España”.

Fiesta dedicada a Huitzilopochtli

Tajante señaló que “Los antiguos mexicanos tenían el tiempo anual dividido en 18 meses, de 20 días cada uno, más 5 días a fin de año, que suman los 365”.
Abordó temas como los calendarios; el prehispánico, el juliano y el gregoriano: “En el noveno mes del calendario prehispánico llamado Tlaxochimaco, que va del 19 de agosto al 7 de septiembre y su nombre significa: Ofrenda de Flores, una de las fiestas que realizaban los antiguos mexicanos a sus deidades. Esta fiesta era dedicada a Huitzilopochtli, que era uno de sus dioses porque en ese tiempo no existía San Miguel Arcángel como lo existe hoy y que es el santo patrono de San Miguel Totolapan”.

“Se festeja a las flores, su valor y se admira a la naturaleza; se valora la energía del sol que en este tiempo cambia y sus beneficios.”

Al cuestionarlo sobre que dice Fray Bernardino de Sahagún sobre el corte de rosas; Ochoa Díaz señaló: “Durante dos días de este mes la gente va a los campos y maizales a buscar flores, de todo tipo de flores, tanto silvestres como de campo. Al otro día se hacen collares con estas flores, y lazos de las mismas flores, estos lazos se extienden en el patio donde se hace la fiesta, se hacen tamales, se preparan pollos y perros así como todo tipo de comida de la temporada, esto dura todo el día y toda la noche sin dormir”.

“Muy de mañana del día siguiente se hace la fiesta de Huitzilopochtli, ofrecen flores, incienso, ofrecen su comida y sus adornos de flores, con los collares de flores se adornan a todas las figuras de las esencias en general, la de los templos y la de las casas de la gente, posteriormente se realiza una comida de cada familia y a medio día se comienza la danza en el patio de Huitzilopochtli, en esta danza todas las personas más valientes y destacadas (…) llevan la danza”.

“En esta danza entran también las mujeres, casi al final de la danza se toman de las manos y comienzan y culebrean y cantan al ritmo. Al final de la danza todos quedaban lentamente sin movimiento de pies y manos ni vueltas, solamente al ritmo de la música hasta terminar en silencio todo”.

“A la puesta del sol terminaba esta danza, en las casas en general todos cantaban a sus figuras. …”

Sobre el mismo tema, el maestro Ochoa Díaz subrayó: “En San Miguel Totolapan, desde hace muchos años, que nadie recuerda desde cuando, se realiza El Corte de Rosas en esta cabecera municipal, pero siempre de manera semejante al festejo del Tlaxochimaco que describe Fray Bernardino de Sahagún en su obra `Historia general de las cosas de la Nueva España´; pero el Corte de Rosas se festeja todavía en otras partes igual, como en San José Poliutla, municipio de Tlapehuala, el 4 de septiembre; en la municipalidad de San Miguel Totolapan, las siguientes comunidades: en El Terrero, el 10 de septiembre; en Santa Catarina, el 14 de septiembre, y en Valle Luz, el 20 de septiembre. Se sabe que en San Antonio de la Huertas también se celebra el Corte de Rosas, mejor dicho, de Flores el 29 de septiembre y el 12 de septiembre en la comunidad de Nuevo Guerrero”.

Cálculo matemático

Para reforzar y fundamentar su dicho e investigación, el maestro Bolívar Ochoa Díaz explicó un cálculo matemático basado en los calendarios prehispánicos y gregorianos:
“Por todo lo anterior, decir que el 6 de septiembre de 1454 es la fecha de fundación de Totolapan, es un error.”

Una vez que explicó el cálculo matemático, el cronista e investigador totolapense señaló: “Resulta entonces que el 6 de septiembre de 1454, según el cálculo matemático sobre lo astronómico del calendario azteca, comparado al gregoriano, esta fecha se inicia un día matlactli quiahuitl a las 20 horas, 34 minutos 44 segundos, de luna llena, en el año ce tochtli del mes Tlaxochimaco que corresponde a la semana 37; cuando se presume la fecha de fundación de San Miguel Totolapan en calendario juliano o gregoriano, ninguno de ellos existía en ese tiempo en Mesoamérica, sólo el calendario Azteca”.

Información falsa

Dijo que le resulta increíble saber que “ningún cronista sobre México-Tenochtitlán ha fijado tan exacta la fecha de su fundación como San Miguel Totolapan; simplemente, México-Tenochtitlán, se fundó el año ome calli, (2 casa), que en el calendario gregoriano corresponde al año 1325, pero sin el registro de la fecha y mes; ahora bien, a partir de la conquista ocurrida el 13 de agosto de 1521, día de San Hipólito para los españoles en el calendario juliano, fue una fecha muy distinta en el Tonalámatl de los mexicanos; el infausto sobre la caída de la Gran Tenochtitlán, de acuerdo al sistema calendárico y mediciones astronómicas de los aztecas, registrado en `Anales de Tlatelolco´, ocurrió el año yei calli (3 casa), mes Tlaxochimaco (Ofrenda de flores), día ce cóatl (uno serpiente)”.

Durante su explicación, Ochoa Díaz sostuvo que “el calendario Juliano venía arrastrando un atraso de 10 días; por esta razón causó baja y fue sustituido por el Gregoriano, al que como corrección nada más le aumentaron los 10 días perdidos y con ello se modificó las fechas”.

“Resulta que de acuerdo al calendario juliano, como ya lo expusimos, Tenochtitlán cayó el 13 de agosto de 1521, a partir del gregoriano, ahora, es 23 de agosto del mismo 1521."

Y es que las invitaciones que ha comenzado a girar el ayuntamiento municipal de San Miguel Totolapan, señalan que el próximo 6 de septiembre se festejará el tradicional “corte de rosas”, pero también se festejará un año más de la fundación de San Miguel Totolapan.

El maestro Bolívar Ochoa Díaz finalmente expuso: “Seguro estamos de que los investigadores totolapenses que dan a conocer la fecha exacta de la fundación del pueblo de los cuitlatecas, conocerán los códices prehispánicos o coloniales donde están registrados estos datos, seguramente informarán a la sociedad para enriquecer la información cultural y evitar la idea de que su información es falsa”.


Despertar del Sur, 30 de agosto de 2011


http://www.despertardelsur.com/ds/index.php?option=com_content&view=article&id=25361:totolapan-no-se-fundo-el-6-de-septiembre-de-1954-bolivar&catid=19:especiales&Itemid=24

sábado, 3 de septiembre de 2011

Ramón Sierra López presenta libro ‘Aquí está Galeana’ en la Casa Guerrerense




La directora de la Casa Guerrerense en la Ciudad de México, Fernanda Anaya Gómez Maganda, durante el evento de la presentación del libro "Aquí está Galeana" de Ramón Sierra López.
México, D.F., 24 de agosto de 2011.- La Casa Guerrerense de la Ciudad de México fue el escenario en donde el historiador Ramón Sierra López presentó su más reciente libro “Aquí está Galeana” obra que investiga y analiza la vida y hechos más relevantes de Hermenegildo Galeana, quien naciera en el poblado que hoy se conoce como Tecpan de Galeana, en el estado de Guerrero el 13 de abril de 1762.

Los comentarios de la obra que narra hechos de este héroe de la Independencia estuvieron a cargo del historiador y periodista Arturo Ríos Ruiz, quien destacó algunos de los puntos más importantes en la vida de Hermenegildo Galeana, de quien dijo que fue tal su papel en estos hechos que por primera vez su nombre fue mencionado por el Presidente Felipe Calderón durante el Grito de Independencia del Bicentenario en el 2010.

Mencionó su relación con José María Morelos y Pavón, quien lo nombró su mariscal debido a su habilidad como estratega militar durante la Guerra de Independencia, a pesar de no haber tenido escolaridad; señaló que fue tal su importancia en esta etapa de la historia que después de su captura y muerte en Coyuca de Benítez en octubre de 1814, Morelos y Pavón sufrió una derrota tras otra hasta su captura y ejecución.

El historiador y periodista Ramón Sierra López, quien también es originario de Tecpan de Galeana, investigó en documentos, actas y libros de la familia para elaborar el retrato de este estratega militar.

“El motivo de la investigación va mucho más allá; de dónde vino Hermenegildo, de dónde vino la familia Galeana, por qué la importancia de Tecpan en la vida y estrategia de Morelos. Es importante esa parte que no dice la historia oficial, de sacar por qué, cómo fue que se dio la creación por Morelos la primera provincia de Tecpan”.

Además, hizo hincapié en el valor histórico que tendrá esta investigación no sólo para la generación actual, sino para las que están por venir porque “queremos que las generaciones futuras conozcan a sus héroes y que sigamos identificándonos con el pasado, con la historia de la Independencia, porque mucha gente no la conoce; si nosotros perdemos esa identificación con nuestro pasado, pues estamos perdiendo identidad”.

La directora de la Casa Guerrerense Fernanda Anaya Gómez Maganda agradeció la presencia de los asistentes y recalcó la importancia de que se sigan efectuando este tipo de actividades que une a la comunidad guerrerense afincada en la Ciudad de México.

sábado, 20 de agosto de 2011

Sobre la masacre de los copreros, 20 de agosto de 1967

“Les tiraron desde diversos puntos”, recuerda la Unión Mercantil

Masacre de copreros: 44 años sin castigo a los culpables, reprochan sobrevivientes

HÉCTOR BRISEÑO Y 
 RODOLFO VALADEZ LUVIANO (Reportero y corresponsal)
Cuarenta y cuatro años han pasado desde la “masacre de los copreros”, ocurrida un 20 de agosto de 1967 a las 10 de la mañana en la calle 6 esquina con avenida Ejido, en la colonia Cuauhtémoc de este puerto, y el gobierno nunca castigó a los culpables, reprochó el actual presidente de la Unión Mercantil de Productores de Coco y sus derivados, Jorge Luis Salas Pérez.
Detalló que el conflicto se debió al resquemor de empresarios por la fuerza adquirida por la unión, pues ésta favorecía los precios en beneficio de los productores locales, debido a lo cual, caciques tomaron por la fuerza la sede de la organización días antes de la matanza, la cual ocurrió cuando se discutiría en asamblea regional, el futuro de la misma.
Recordó que aquella mañana fallecieron 35 personas y 150 resultaron heridas, entre las víctimas había hombres, mujeres y niños.
De los hechos responzabilizó al ex gobernador Raymundo Abarca Alarcón, por proteger a caciques de la época, quienes fijaban el precio de la copra a su conveniencia.
Recordó que en ese entonces el edificio de los copreros estaba tomado por el cacique Rosendo Ríos Rodríguez, cuyos trabajadores sacaron por la fuerza a los administradores de la sede, entre ellos el socio fundador de la Unión Mercantil de los copreros, Lorenzo Encarnación Urzúa, “y saquearon las instalaciones y las cuentas bancarias. La Unión Mercantil pagaba el kilo a 3.50 pesos el kilo de coco, y los acaparadores lo pagaban a 50 centavos, estaban robando”.
Comentó que debido a la fuerza adquirida por la unión, pues pagaba el kilo de coco a un mejor precio, empresarios, políticos y acaparadores le tenían miedo políticamente, pues ya integraba a mil 800 socios, principalmente de la Costa Grande.
Explicó que el precio de la copra influyó de forma determinante en el conflicto, pues la unión aglutinó a todos los campesinos que eran explotados con un impuesto extra de 13 centavos por kilo de coco vendido.
“Nunca se castigó a nadie”, lamentó Jorge Luis Salas Pérez, mientras mostraba fotografías de la masacre en blanco y negro, entre las que se observa un niño que vendía paletas abatido por las balas, así como una panorámica donde sobresalen los tiradores ubicados en puntos estratégicos y entre la multitud.
“Les tiraron desde diversos puntos”, describió Salas Pérez, quien señaló que apenas empieza el repunte de la copra, pues la están pagando 15 pesos el kilo.
Sugiere Agroindustrias explotar derivados del coco
En San Jerónimo, el director de Agroindustrias del Sur, Marcos Efren Parra Monorati, consideró que los copreros necesitan enfocarse en la explotación de otros productos derivados del coco, como carbón activado, sustratos o dulces, con el fin de lograr un aprovechamiento integral del fruto de la palma.
“Aunque el precio del kilo de copra es alto y reditúa buenas ganancias a los productores, el respaldo del gobierno estatal, a través de la Secretaría de Economía (Sedeco), será para aquellos que decidan explorar la comercialización de otros valores agregados, que en otros países, llevan mucho tiempo aprovechándose”, puntualizó.
En entrevista, durante una visita a la planta aceitera ubicada en esta ciudad, el director exhortó a los campesinos a acercarse a la dependencia a su cargo, la cual, junto con la Sedeco, impulsará proyectos productivos para aquellos agricultores que deseen iniciar empresas dedicadas a la transformación, industrialización y comercialización de los valores agregados de la copra, con el fin de mejorar su situación económica.
Parra Monorati dijo que es tiempo que el coprero deje de producir sólo aceite de coco como único derivado utilizable para la comercialización, y apuntó que el gobierno del estado planea respaldar con recursos económicos a aquellos que se interesen por ver como negocio verdadero y alternativo aprovechar los valores agregados.
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Consulta en:
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/08/20/index.php?section=sociedad&article=006n2soc
LA JORNADA GUERRERO, edición del 20 de agosto de 2011.

lunes, 15 de agosto de 2011

Presentan libro El sentido místico-erótico en la poesía de Enriqueta Ochoa


Es la tesis con la que obtuvo el doctorado en literatura y le llevó más de cinco años elaborarla, dijo la autora de la obra Ángeles ManzanoMéxico

Acompañada de la representante del gobierno de Guerrero en la ciudad de México, Esperanza Puente Córdoba, la escritora María de los Ángeles Manzano Añorve, originaria de Cuajinicuilapa, presentó su libro titulado El sentido místico-erótico en la poesía de Enriqueta Ochoa, el cual es un estudio sobre la vida y obra de la poetisa.

Ángeles Manzano dijo que Enriqueta Ochoa nació en Torreón, Coahuila, en 1928 y que es una de las poetas mexicanas más importantes del siglo XX, que está al nivel e Rosario Castellanos, Jaime Sabines y Rubén Bonifaz Nuño.

Sin embargo, su obra no goza de la misma promoción que la de sus colegas, de ahí su interés por estudiarla, además de que la conoció y la entrevistó cuando era directora de la revista Hojas de Amate, aseveró Ángeles Manzano.

Asimismo, destacó que El sentido místico-erótico en la poesía de Enriqueta Ochoa es su tesis con la que obtuvo el doctorado en literatura y le llevó más de cinco años elaborarla.

Algo muy particular de esta obra son sus poemas confesionales, los cuales se abordan en el capítulo 5, y que hablan de la vida personal e íntima de los poetas, explicó la escritora guerrerense.

Cabe destacar, que el libro fue publicado gracias al patrocinio de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), y al Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), por Ediciones Eón y consta de 237 páginas.

En su intervención, el poeta y ensayista Arturo Córdova Just aseveró que: “el libro de Manzano Añorve deja constancia del periplo de Enriqueta Ochoa. Esto es la valentía de descender y recorrer el laberinto. La grandeza de erguirse para otear el horizonte e ir más allá de sí misma y romper con lo previsto, con el lugar común que los otros esperaban de ella”.

Sara Lovera López, periodista y docente especializada en temas de género y comunicación, puntualizó que la escritora guerrerense sabe leer en líneas complejas y aborda todos los contornos de Enriqueta Ochoa; además de que su libro es didáctico y está “hermosamente cincelado”.

En su oportunidad, el escritor Alejandro Sandoval Ávila, esposo de Marianne Toussaint, hija de Enriqueta Ochoa, recordó que su suegra fue una magnífica joyera y que a los 18 años escribió un diario “maravilloso” de su estancia en Europa, pero en particular en Venecia.

El escritor y periodista Isaías Alanís, quien fungió como moderador, previo a la intervención de los comentaristas del libro leyó Las Urgencias de un Dios; Bajo el Oro Pequeño de los Pinos y Entre la Soledad Ruidosa de la Gente, poemas de Enriqueta Ochoa.

María de los Ángeles Manzano Añorve es doctora en Literatura por el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos, y profesora-investigadora en Literatura Hispanoamericana en la Unidad Académica de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).



Periódico Pueblo Guerrero, 15 de agosto de 2011

Piden que 2013 sea Año del Primer Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación


El diputado Efraín Ramos también propuso que el nombre del General Vicente Guerrero sea incluido en la arenga del Grito de Independencia

Efraín Ramos Ramírez, coordinador del Partido Movimiento Ciudadano en el Congreso local, presentó la iniciativa de decreto para que celebren los tres poderes de la Unión la instalación del Primer Congreso de Anáhuac y la proclamación de los Sentimientos de la Nación, por el que se declara el 2013 como Año del Primer Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación.

Ramos Ramírez además presentó la iniciativa de reforma que adiciona y modifica diversos artículos de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, para incluir el nombre del General Vicente Ramón Guerrero Saldaña en las arengas del Grito de Independencia.

El pasado 20 de abril de 2010, el Congreso del estado acordó por unanimidad remitir al Congreso de la Unión la iniciativa de decreto sobre la conmemoración del Grito de Independencia, con el propósito fundamental de que se incluyera el nombre del General Vicente Guerrero en las arengas del Grito de la Independencia, que se celebra en todo el país el 15 de septiembre de cada año.

La iniciativa fue recibida en el Senado de la República, publicada en su Gaceta Parlamentaria el miércoles 14 de julio de 2010, y turnada a las Comisiones Unidas de Gobernación y de Estudios Legislativos, sin que hasta la fecha haya sido aprobada.

El 6 de mayo de 2011, el Congreso del estado tuvo conocimiento, a propuesta de Efraín Ramos, de la iniciativa de decreto sobre la conmemoración de los 200 años del Primer Congreso de Anáhuac, en el que se propone declarar, en el estado de Guerrero, el 2013 como Año del Primer Congreso de Anáhuac y de los Sentimientos de la Nación y como fechas solemnes para toda la entidad la del 13 de septiembre: Conmemoración del Aniversario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac y de la proclamación de los Sentimientos de la Nación, en 1813.


Periódico Pueblo Guerrero, 15 de agosto de 2011

lunes, 8 de agosto de 2011

Reabrirá sus puertas al público la Galería de Palacio Nacional


Erika P. Bucio / Agencia Reforma

Ciudad de México

Piezas emblemáticas de la historia de México, como el Acta de Independencia y Sentimientos de la Nación, de José María Morelos, permanecerán en la Galería de Palacio Nacional, tras el cierre de la exposición México 200 años. La patria en construcción, para ser exhibidas a partir de septiembre.

La decisión de reabrir la galería al público se debe al éxito de la muestra conmemorativa del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana, afirma Carmen Saucedo, directora adjunta de Promoción de la Historia del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
Del 20 de septiembre al 29 de julio, la exposición gratuita fue vista por un millón 239 mil 191 personas, más que cualquier otra muestra temporal en un recinto museístico del país.

Para el nuevo montaje, que correrá a cargo de la Conservaduría de Palacio Nacional, será acondicionado el vestíbulo del Recinto Parlamentario, donde hasta el pasado 26 de junio se expusieron las urnas con los restos de los héroes insurgentes, exhumados de la Columna de la Independencia.

Ubicado en el primer piso de Palacio Nacional, el espacio contará con una nueva museografía para desplegar una colección de más de 20 objetos de gran valor histórico. En la selección, se ha tomado en cuenta la factibilidad de renovar el préstamo y el grado de conservación de las piezas.

El Archivo General de la Nación (AGN) ha accedido a que los originales del Acta de Independencia y Sentimientos de la Nación, encapsulados con un sistema desarrollado por la UNAM para asegurar su preservación, permanezcan en exhibición.
“(Los de la Conservaduría) eligieron las piezas y ya se entendieron para una renovación del préstamo con las otras instituciones para que se sigan quedando en Palacio Nacional”, aclara Saucedo.

El tiempo que permanecerán expuestas aún no ha sido definido.
En tanto, se ha tomado la decisión de reanudar las visitas a los salones presidenciales, abiertos al público por primera vez con motivo del Bicentenario, cuando sea inaugurada la próxima exposición temporal.

La muestra, de carácter internacional, está programada para fin de año y se prevé que presente las colecciones del Palacio Real de Madrid.

Las piezas que no serán exhibidas en el vestíbulo del Recinto Parlamentario están siendo embaladas para ser devueltas a sus lugares de origen, tarea en la que participa un centenar de personas.

La empresa Córdova Plaza se encarga de la dispersión de 507 piezas, incluyendo el desmontaje de 20 obras de gran formato que, por su peso y dimensiones, requieren de maniobras especiales, como el vitral con el Escudo Nacional perteneciente al Museo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.

Se trata de un vidrio plano, decorado al fuego, montado sobre una estructura metálica, obra de Claudio Pellandini, que data de la segunda mitad del siglo 19 y principios del 20.

“Hay que volver a soldar (el vitral) en en su posición (en la capilla del ex Convento de Betlemitas)”, detalla Carlos Córdova, director de la empresa, con 25 años de experiencia y que ha movido exposiciones como México: Esplendores de 30 siglos y Obras colosales del mundo olmeca.

Las piezas prestadas por España y Bélgica, cinco en total, partieron en vuelos comerciales la semana pasada. En enero fueron devueltos el retrato de Jovellanos, pintado por Goya, requerido para el bicentenario de la muerte del escritor en Asturias y dos biombos del Museo de América, cuyo préstamo a otras instituciones ya estaba comprometido.

El Fideicomiso Bicentenario pagó a Córdova Plaza 4 millones 492 mil 664 pesos por la recolección, embalaje y montaje de las obras en Palacio Nacional, así como por su desmontaje, reembalaje y retorno, de acuerdo con el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjército), en respuesta a una solicitud de información.
Este año también debe quedar listo el nuevo Museo de Sitio, ubicado en el mezzanine de la Antigua Tesorería de la Federación, que presentará la vida cotidiana, evolución arquitectónica y diversos usos de Palacio Nacional. Dispondrá de 984 metros cuadrados de salas de exhibición.

El Sur, 08 de agosto de 2011

domingo, 31 de julio de 2011

Regresan restos de héroes insurgentes a su morada en el Ángel de la Independencia

Benito Jiménez / Agencia Reforma

Ciudad de México

Los restos de los héroes insurgentes regresaron ayer a su morada, en el Ángel de la Independencia, entre llamados a la unidad para terminar con la desigualdad, la violencia, la injusticia y la corrupción.

Hace 200 años esos héroes encabezados por Miguel Hidalgo y Costilla, impulsaron en México un movimiento para soterrar la esclavitud y la pobreza.
A un bicentenario, la exigencia es la misma.

El viernes, frente a los restos de esos héroes, el presidente Felipe Calderón y representantes del Congreso de la Unión se reclamaron dejar intereses particulares y aterrizar acuerdos para continuar con los ideales de los caudillos insurgentes.
A cambio recibieron aplausos.

Tras una guardia de honor del presidente, los restos de los héroes nacionales fueron colocados en el interior del basamento del monumento a la Independencia.
El máximo homenaje militar, con uniformes de gala, implicó un cortejo fúnebre con 20 oficiales, 62 cadetes, 55 elementos de tropa, 11 vehículos, 7 motocicletas y 75 caballos.

Los restos póstumos de los 14 próceres fueron aplaudidos y reconocidos con claveles blancos y rojos durante su recorrido de Palacio Nacional al Ángel de la Independencia. Se oyeron varios “Viva México” y “Vivan los héroes que nos dieron Patria”.

“Ahí hijo, mira, mira, ahí va Hidalgo”, apuraba una señora.
Otros se quitaron el sombrero o la gorra durante la marcha fúnebre, pese a la lluvia.
“Esos sí fueron héroes, ellos sí merecen respeto”, sostuvo don Carlos Vidal, de 66 años, un carpintero de oficio, quien logró colocar un clavel en el vehículo donde fueron trasladados los restos óseos de José María Morelos y Pavón.

Otros como Fernando Peña no lograron ver ni de lejos las urnas. “Los señores de seguridad no me dejaron pasar al Ángel, mi familia y yo tuvimos que ir a un restaurante a verlo por la televisión. No se valen ese tipo de actitudes, que cuiden a su presidente, pero uno va a la ceremonia de los héroes”, lamentó.

El Estado Mayor Presidencial (EMP) selló parte de la Zona Rosa, la Colonia Cuauhtémoc y Avenida Reforma. “¿A dónde se dirige?”, era la pregunta obligada de los uniformados de negro.

Trabajadores de la zona tuvieron que esperar a que finalizara la magna ceremonia para acudir a sus labores. “No se vale, les muestra uno la credencial y el lugar a donde va uno y ni así”, reclamó una joven que atiende una cafetería.
El Estado Mayor Presidencial desplegó a 900 elementos en los alrededores del Ángel de la Independencia, mientras que el Ejército echó mano de francotiradores y la Policía Federal de grupos antimotines.

Al pie de la columna del Ángel, 120 soldados de Infantería ejecutaron el toque de Silencio y de Diana Antigua con precisión. Fue el momento más solemne, seguido por la salva de fusilería.

Los invitados especiales fueron colocados a los costados del pódium principal. Los ciudadanos que lograron ingresar a la glorieta del Ángel, fueron sentados al otro extremo, donde observaron el evento por pantallas gigantes.

El 30 de mayo de 2010 fueron extraídas las urnas que contenían los restos de los héroes de la Independencia y llevadas al Museo Nacional de Historia-Castillo de Chapultepec para su estudio. El 15 de agosto del mismo año fueron trasladadas a Palacio Nacional para recibir homenaje de los mexicanos.

Militares indicaron que los huesos fueron envueltos en paños de seda protegidos de cualquier agente externo. El basamento fue blindado para evitar filtraciones y ahora cuenta con un sistema para detectar humedad.

Fue un evento que causó orgullo para algunos que hasta llevaron su bandera tricolor. Otros lo aprovecharon para conciliar acuerdos.

El Sur, 31 de julio de 2011

sábado, 30 de julio de 2011

Festejará Pungarabato, 75 años de consolidarse como Cd. Altamirano

IGUALA, Gro., sábado 30 de julio de 2011



Por Alfonso Negrón

Ciudad Altamirado, Gro., Julio 30.- Desde su fundación se le conoció como Pungarabato, y hace 75 años se le llamó oficialmente Ciudad Altamirano; por lo que este domingo, en Pungarabato se festejará en grande la consolidación de esta ciudad como Ciudad Altamirano; así lo señaló Gustavo Juanchi Quiñones; presidente municipal.

Los festejos con motivo del decreto sobre el cambio, se realizarán el día 31 de Julio, ya que la fecha del cambio de nombre se efectuó el día primero de Agosto; pero esta ocasión cae un día lunes, y por motivos de ser un día laboral, se realizaré la festividad el domingo “para que acuda toda la familia al teatro de del zócalo”.

“La fecha correcta es el primero de Agosto es lunes y difícilmente pudiera haber una respuesta por parte de la gente de Pungarabato y por ello se realizara el día 31 de Julio, tenemos previsto iniciar a la una de la tarde para que termine a eso de las diez de la noche”; aclaró Juanchi Quiñones.

Cabe mencionar que el festejo se iniciará a partir de la una de la tarde, donde estará una banda tocando en el zócalo música viva hasta las seis de la tarde.

A las seis y media se tiene programado iniciar con el programa, hora en que dará inicio un comediante de la Ciudad de México, y posteriormente un ballet que estará encabezado por la casa de la cultura de Pungarabato.

La parte crónica sobre la decisión del cambio de nombre, estará a cargo del Secretario General del Ayuntamiento de Pungarabato, Feliciano Martínez Brugada; además del mensaje que dará el propio Presidente Municipal Gustavo Juanchi Quiñones.

El comediante Ricardo Alcalá, quien viene de México y ha realizado espectáculos en televisión, se llevará en promedio de una hora y media, o dos, en su actuación; el Ballet y la cantante Genoveva Quirino, se estarán intercalando con la lectura del acta constitutiva que da paso de Pungarabato a Ciudad Altamirano.

Este evento de celebración será iniciado temprano con la finalidad de que termine temprano, y toda persona que acuda a este aniversario tenga que regresar a sus casas a las diez de la noche; todo, por motivos de seguridad, o de inseguridad.

Copyright: Diario 21

Inician hoy actividades para evocar el natalicio del general Vicente Guerrero

El alcalde del municipio de Tixtla, Jorge Luis Campos Espíritu, informó que este año, los festejos que se realizan el nueve de agosto para conmemorar el natalicio del consumador de la independencia Vicente Guerrero Saldaña, podrían ser encabezados por el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, dado que le entregaron la invitación correspondiente y la fecha coincide con la inauguración del nuevo hospital “Doctor Raymundo Abarca Alarcón”, en la que se tiene comprometida su presencia.

El edil indicó que el presidente podría realizar la inauguración y después trasladarse a la cuna del consumador de la independencia, para encabezar el acto formal conmemorativo del aniversario del natalicio del general Guerrero.

Cabe señalar que esta es la tercera ocasión que el alcalde de Tixtla anuncia que podría venir el presidente de la república a encabezar los festejos, porque se le hacen las invitaciones pertinentes, pero en ninguna ha venido, incluso el año pasado el representante fue un subsecretario, eso a pesar de que durante años, esa conmemoración formaba parte de la agenda cívica nacional.

El Campos Espíritu indicó que este año la organización de la fiesta será muy diferente que las anteriores porque por primera vez tiene apoyo económico por parte del gobierno del estado, “está mal que hable de un personaje que ya no está en este momento, pero con Zeferino Torreblanca lo único que nos enviaron fue apoyo logístico y un ramo de flores para la ofrenda ante el monumento del general, y todas las actividades que se realizaron en el marco de esta fiesta se solventaron con recursos del ayuntamiento”.

Campos Espíritu indicó que con Ángel Aguirre las cosas son diferentes, pues a pesar de que no lo apoyó en la pasada contienda electoral, el ahora gobernador ha dispuesto apoyos económicos para que se haga una fiesta del nivel que el pueblo de Guerrero merece, pues esta es una actividad que no es sólo para Tixtla, sino para todos los Guerrerenses que nos sentimos orgullosos de haber nacido en la tierra que tomó el nombre del consumador de la independencia.

La fiesta en honor a Vicente Guerrero inicia este sábado con la cabalgata de la victoria, en la que participan todos los charros de la región, quienes montados a caballo recorren una de las rutas que usó el general Guerrero durante la gesta independentista, y va desde la colonia INDECO en Chilpancingo hasta el zócalo de Tixtla. (Abel Miranda Ayala)


Diario de Guerrero, 30 de julio de 2011

lunes, 25 de julio de 2011

En Guerrero nació la Patria (Segunda y última parte)

José Gómez Sandoval



En Guerrero nació la Patria es una invitación a revalorar la participación del Sur guerrero en la lucha independentista de México e, insisto, a conocer lo que sobre ella han escrito nuestros historiadores. En el relato procuro entrecomillar o subrayar todo lo que proviene de otros textos, y cuando, suponiendo, no lo hice fue sólo para no refastidiar al lector, pero la fuente está en alguno de los títulos que enlisto al final del libro, donde los lectores interesados podrán saber de dónde viene esta rápida pero al menos unitaria versión de cómo Morelos pisó tierras surianas y empezó una guerra interminable.

De inmediato los lectores advertirán las largas y numerosas veces que le doy la voz cantante a Ignacio Manuel Altamirano. Lo hice así a propósito, con orgullo declarado. Tiene que ver con la queja e indignación de don Ignacio Manuel cuando afirma que ninguna toma militar ha sido más mal y brevemente contada que la de Tixtla, a la que –especifica– Carlos María de Bustamante le dedicó una hoja, Lucas Alamán una página y Lorenzo de Zavala unas líneas.

Enseguida advertí que en la Monografía Estatal editada por la Secretaría de Educación Pública a través de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (1986, reeditado en 1994) con el torpe –en su presunta síntesis poética– título de Guerrero sur amate de mar y montaña, así como en la Historia Mínima de Guerrero (1967), del INEA, a la Toma de Tixtla le dedican menos renglones que los que por la distancia con que viajaban las noticias y por el control que el régimen virreinal mantenía sobre todo tipo de editor, le dedicaron periódicos y gacetas, y posteriormente Zavala, Bustamante, Alamán, Mora y demás ilustrados ignorantes, malintencionados o pichicatos encargados de callar, tergiversar o condenar los logros insurgentes en las montañas incendiadas del Sur.

Ante la evidencia de que ni el gobierno estatal ni el ayuntamiento de Tixtla tenían intenciones (en el caso de que las conocieran) de reeditar las espléndidas crónicas del antimonárquico, anticlerical y antitodo Altamirano tituladas Morelos en Zacatula y Morelos en Tixtla, dije Aquí va don Ignacio Manuel, con su Toma de Tixtla contada como Jenofonte en Anábasis o El regreso de los diez mil, la epopéyica Toma de Tixtla que aparentemente hasta los tixtlecos han preferido callar –no sé si por ese pasaje donde, después de que Vicente Guerrero le enseñó a José María Morelos huertas y jardines del valle de Tixtla, el general dijo:

–¡Qué hermosa es la tierra de usted, Guerrero, por donde quiera sembradíos, arroyos, colinas verdes y montañas magnificas! ¡Lástima de que la población sea tan chaqueta!
¡Por San Martín de Armendáriz!, chaquetos tiene como referente la chaqueta militar que caracterizaba a los realistas y, si Tixtla era nada menos que comandancia general, ¡cómo no iba a haber chaquetos en Tixtla! El antipatriotismo o realismo de Juan Pedro Guerrero –cuando pide a su hijo Vicente que abandone la lucha– ha sido motivo de poemas, representaciones teatrales y obras pictóricas, pero no configura un estigma, porque Juan Pedro se topó con pared. Como hablamos de chaquetas y chaquetos, antes que escribirle a Freud, hay que releer esa ilustre y soslayada crónica en que nuestro paisano romántico asegura que el general Morelos calificó el asalto militar a Tixtla de buen agüero, y repasarla cuando explica que “…Algunas horas después, la población, que había entrado en confianza, volvía a entregarse a sus tareas ordinarias”.

No creo que don Ignacio Manuel Altamirano mienta cuando, en su citado relato, Morelos se queja con Guerrero del realismo que se respiraba en la cebollera ciudad, y Guerrero le contesta:

–Es lástima de veras, pero si logramos convertirla sacaremos de ella buenos soldados.
En cualquier caso, soy un ciudadano guerrerense metido a reunir y relatar lo que pasó en el Sur guerrero como le hubiera gustado encontrarlo cuando iba en primaria o en prepa. Con fotografías y dibujos, con datos biográficos y semblanzas al margen, con díceres y leyendas, intenté sumar a la historia un mínimo recorrido cultural por la región. Los lectores encontrarán aquí varios poemas, y hasta un corrido dedicado a Valerio Trujano. Faltan personajes, mapas, documentos, museos, ruinas prehispánicas, leyendas, mitos, máscaras, huipiles, sombreros, machetes y muchas otras cosas de esas que solemos olvidar porque convivimos con ellas cotidianamente o porque ya no las vemos tan seguido.

Si el lector cree o advierte que al libro le falta algo, pues que se lo ponga o, si de a tiro no aguanta el húmedo calor de los días (ya no tan patrióticos) que corren, pues que lo utilice de abanico.

Historia de bronce con aspiraciones de corrido.

Ojalá que el tinglado de poder y dinero que arrasó pueblos y conciencias no termine pareciéndose al desmantelamiento de la historia y de cualquier valor popular que la derecha emprendió desde que arribó a la Presidencia de la República. Fox fingía ser un simpático ranchero norteño cuando se quiso llevar a la virgen María al baile. En cuanto se pegó al pecho la banda presidencial –no sin antes saludar a sus queridos y tranzas hijos–, sus contlapaches se acordaron de que Benito Juárez fue cabrón con la iglesia retrógrada y convenciera y cambiaron su busto liberal y republicano por una estatua del arcángel Gabriel. En complicidad “hasta con el demonio” reprogramaron el autoritarismo con perro instinto de clase (el patrón y la maestra corrupta) y en orgías televisivas reconocen que sí existió la Independencia y hasta algo de Revolución, pero que, como los personajes que las representan, éstas eran –como nos las presentan en la pantalla– borrachas, mujeriegas y jugadoras, en su defecto peludas y trogoloditas, en todo caso estúpidas e ineptas.

El primer opositor al progreso de la entidad, Porfirio Díaz, vino a Guerrero, a finales de 1909, sólo para decirnos: la historia ya pasó. En 1949 se cumplieron cien años de la erección del estado y dentro de la tremenda fiesta conmemorativa que instrumentó, el gobierno de Baltazar R. Leyva Mancilla premió a científicos, historiadores, músicos, novelistas y poetas destacados. Tenemos historia, tradiciones, cultura, quiso decir. Guerrero es un estado chingón. Meses antes, el terreno regionalista fue sembrado con los dizque restos mortuorios de Cuauhtémoc.

En 1969, con mejor perspectiva y más afilados instrumentos de ataque, Moisés Ochoa Campos nos dio una buena síntesis de la historia de la entidad, desde los tiempos inmemorables en que los primeros supervivientes de esta tierra combatían contra megaterios hasta el proceso de las instituciones y de la cultura en particular.

En 1981, el gobernador Alejandro Cervantes Delgado retomó el gesto y se aplicó a recuperar y promover historia y cultura del estado con celo especial.

Buen pretexto encontró su sucesor y apologista, José Francisco Ruiz Massieu, en Juan Ruiz de Alarcón y su obra dramática para instituir las Jornadas Alarconianas, no tanto para convencernos de la calidad o importancia del autor de Las paredes oyen como para llenar los hoteles y restoranes de Taxco con turismo extranjero. En su administración se esfumó el que sería Museo de la Cultura Popular de Guerrero que su antecesor, Alejandro Cervantes Delgado, había imaginado como un templo de la cultura de las siete regiones del estado, mismo que dejó inconcluso. Varias salas ya estaban listas para su exhibición y collares de piedra, plumas de pájaro, vestidos de manta, arcones y biombos de Olinalá, no se diga toda la platería de Taxco, se perdieron en la bolsa –EL BOLSILLO– neoliberalista que tanta tirria le tiene a la historia patria y a la cultura popular.

Total que apenas nos estábamos sintiendo guerrerenses cuando nos salen con que la identidad nacional no sirve para nada y que, en la arrasadora e inequitativa globalidad, eso de ser guerrerenses estorba y apesta.

Las cosas están tan al revés que si a alguien se le ocurre que este sencillo libro con estampitas no recupera ni una parte de lo que en épocas románticas empezó a llamarse espíritu de Guerrero, estaré de acuerdo con él o con ella. A los que lo lean y sospechen que por su puro afán arrejuntador y rememorativo ya es una forma de resistencia, les voy a agradecer que me lo digan aunque sea por internet.

Contaré, por último, lo que en asterisco y letra pequeña puse al pie de lo que le dediqué a un compañero periodista: aquí te dejo esta crónica elemental que espero que leas sin recurrir a tus famosos métodos de lectura rápida, ya que se pasa de sintética y breve. Las erratas que encuentres las puse justamente para hacer felices a correctores compulsivos, como tú comprenderás.

Valga para todos, ahora que en los libros de primaria desapareció la historia de los pueblos originarios, tiempos, más bien, de antihéroes en que la recuperación de las memorias colectivas parece causa perdida y “hasta lo más sólido se desvanece en el aire”.

El Sur, 25 de julio de 2011

http://www.suracapulco.com.mx/opinion02.php?id_nota=8478

viernes, 22 de julio de 2011

En Guerrero nació la Patria (Primera de dos partes)

José Gómez Sandoval

En Guerrero nació la Patria / Las rutas de la independencia en el sur (IGC, 2010) es un libro de historia guerrerense con estampitas que escribí de manera casi fortuita. Con la cuarta y quinta lumbares pegadas a fuerza de doblarse ante una mesa de redacción periodística, tras advertir que tampoco tenía dedos de pianista, me dediqué a la creación literaria. La historia no es mi fuerte, reconocí ante las murallas de San Diego. Si lo fuera, seguro que me aplicaría en contar nuestras antiguas memorias con certeza de archivo, sin que faltara el correspondiente sello del ciudadano guerrerense que vive la historia refundadora igual que la cotidiana, aunque sólo lo sepa cuando éstas llegan al límite del humor negro y la paradoja.
No por eso escribí puro cuento. Todo lo que encuentren los lectores está en las obras que leí de aquí a septiembre (y que enlisto al final del libro), en su memoria personal o colectiva.

“Excelente síntesis literaria de la historia”, es la frase que más he escuchado de mis amigos, en cuanto al libro. Cuando me dicen “no está mal para venir de un escritor”, casi me siento feliz.

En la presentación de En Guerrero nació la Patria la maestra Alejandra Cárdenas dijo que extrañaba el aparato crítico que suelen emplear los historiadores y aseguró que no era un libro sencillo. En mi turno, apunté lo contrario: es sencillo, dije, con pretensiones de elemental.

Supongo que es un libro sencillo y elemental porque parte de la ignorancia que aprendí en la escuela primaria, reafirmé en secundaria y terminé de desleer en preparatoria, en bacanales de resúmenes e interpretaciones entrecortadas e inconclusas de maestros que ya andaban en la política o daban clases en otra parte o de libros con capítulos censurados por la nueva onda histórica sexenal, confundido sobreviviente, como todo escolapio mexicano, de las cada vez más frívolas versiones institucionales y absolutamente cercado, a doscientos años de haber mandado a chingar a su real madre a la Inquisición, por la simulación educativa que ha hecho de la Secretaría de Educación Pública mogijanga de Televisa.

Reconozco que ante las puertas del Archivo General de la Nación (ex Palacio de Lecumberri) me entró delirio de persecución, y que con trabajos superé el despedazadero de pueblos indígenas y la muerte de Tata Gildo, para no hablar de la profunda tristeza que irradian vestimenta e instrumentos litúrgicos de Morelos tras una vitrina encajada en escritorios burocráticos.

Un historiador serio –casi todos– no andaría de aquí para allá con su camarita de bronce intentando capturar en el parasiempre de una computadora los restos históricos de un pueblo marginado del desarrollo nacional que, en el ringlado de las políticas neoliberalistas y en el apelmazamiento de la superinformación (que relativiza tradiciones y convicciones ciudadanas), desde los tiempos del general Guerrero sigue quedándose colgado de la brocha.

Conocí al alcalde que mandó quemar el archivo municipal de Chilpancingo con el argumento de que no era más que papeles viejos e inservibles, y quiero contar lo de la pelotita. A dos días del campeonato estatal de basquetbol, tres representantes del equipo de Chilpancingo fuimos a su despacho a pedirle Uniformes Dignos y dos o tres balones. Para jugar basquetbol no se necesita uniforme, nos dijo. Básquet se puede jugar ¡hasta sin zapatos!... ¿Qué es lo único que se necesita, entonces?... ¡Un balón! ¡Nada más que un balón! Y pidió a uno de sus asistentes que se metiera por ahí a buscar una o dos pelotas de basquetbol.

–No hay balones de básquet, el que queda es de volibol –informó de regreso el asistente, y el alcalde le dijo: -¡Pos con ése!

–¡Pero este balón es de voli, señor! –protestamos.

–¡Pero es pelota!... –voliboleó el alcalde.

–Miren, muchachos –nos despidió. Ustedes, maestros, alumnos o lo que sean, andan en la… canija pelotita. ¡Les encanta la pelotita! Bueno, así como ustedes andan pensando en cómo hacerle para driblar y encestar, yo ando pensando en cómo en cómo llevar agua a las colonias, cómo resolver los problemas de la ciudad, ¡y ustedes me están pidiendo una chingada pelotita!

Poco antes de terminar su administración edilicia se supo que había mandado quemar el archivo municipal, presuntamente para deshacerse de unas notas de servicio de damas, copas y Tehuacanes traspapeladas, pequeño y enorme Nerón bueno para echarle cerillo a los archivos y a sus irresponsabilidades sociales: a los basquetbolistas les regaló una pelota de volibol, y de seguro también se quedaba riendo cada que en vez de agua potable a los colonos les repartía “su cubetota” de plástico y cada que el fuego envolvía los archivos de la comunidad, esos “papeles inservibles”.

Valga la digresión para darle cabida al presentimiento de que los papeles viejos de que hablaba el presidente municipal tenían una importancia histórica que supera la imaginación ciudadana y que va más allá de la afición a las casas de cita de un alcalde que, para acabarla de amolar, después de mandar el archivo del municipio al fuego, dijo que no sabía por qué lo criticaban tanto, para él era obvio que las oficinas del ayuntamiento ya no cabían en el edificio y que la memoria de un pueblo encajaba hasta en un jarrito de mezcal.

Desde que el libro empezó a medio circular, no me canso de agradecer a los amigos que en el segundo café ya se acordaron de Otra Terrible Errata, y a los que a la tercera copa ya saben de los coixcas, el nagualismo de Guerrero o las migrañas de Morelos más que nadie y se enfrascan en discusiones de aconteceres y fechas a modo de vértigo cívico, como si de veras la historia de México y del estado de Guerrero fuera parte imprescindible de sus vidas. Con tanta plática sincopada y sabihonda ya estoy propenso al halzhaimer histórico y desde el desfile del 20 de noviembre no voy al café ni veo series históricas en televisión.

En vez de una guía turística salpicada de historia –digo–, me salió una mínima, rápida y sintética guía histórica que confío que, antes que a los demás, interese a los que somos de aquí, incluyendo a los que les encanta discutir por discutir. El libro repasa leyendas, tradiciones, costumbres, un guiso guerrerense cocido a fuego lento, sin necesidad de inventar una sola palabra pero con la emoción de estar hablando de la gente con la gente, de la historia del estado de Guerrero como quien canta un corrido popular, preferentemente sobrio en su desarrollo y estilo, sobre el paradigma de los recopiladores de la historia patria del siglo XIX pero atiborrado de opiniones y prosas distantes y aun antagónicas, salpicado de datos a pie de página, recuadros, fragmentos volátiles y resabios de enciclopedias, revistas, periódicos y aun caducos (por más recientes que sean) manuales histórico-cívicos, por fin con la continuidad histórica y narrativa –insisto– que no encontré en los libros que leen los estudiantes guerrerenses.

Todo eso, pero de un plumazo.

No pretendo ser, siquiera, alumno destacado. Apenas estaba descubriendo las tres versiones de El Verdadero Lugar Donde Guerrero e Iturbide Se Dieron El Abrazo, que si en Acatempan no hubo ningún encuentro, que éste fue en Mazatlán, aunque, más que indicios, hay francas seguridades de que ocurrió en Tepecoacuilco…, cuando me enteré de que Teloloapan también se sumaba a la lista, papeles históricos en mano, y escapé del abrazo como pude.

Si algo lamento, es que en cada caso me quedé corto. Faltaron fotos, retratos y pinturas, callejuelas, paisajes de Guerrero. Una sucesión de hechos históricos más minuciosa y la vida de los héroes surianos contada de manera más amplia (y sin que al formador se le olvide o tergiverse ninguno), con sus limitaciones, padecimientos y aun contradicciones, pero destacando siempre su heroísmo y gallardía, rastreando la comprometida participación de las mujeres (que injustamente pretendí sintetizar en la figura de doña Antonia Nava de Catalán) y la enorme importancia que tuvieron en la lucha por la Independencia los grupos étnicos del Sur.

Voto por los historiadores, por los archivistas y, desde luego, por los archiveros, tanto por los que resguardan la historia en fichas como por los que preparan buena barbacoa. Verbigracia:

Cuando Herminio Chávez Guerrero habla sobre Ignacio Manuel Altamirano dice: esto me lo contó un tío o un vecino que conoció a Nachito Manuel de niño; cuando Nachito relata la Toma de Tixtla apunta: esto me lo dijo de viva voz un paisano que fue soldado del general Vicente Guerrero. Mi papá prefería el Querreque a los giros del tablao español, pero en honor a su gorra catalana y a su chachimba en Tixtla los asiduos al dominó del Perico Marinero lo llamaban Don Garcilazo de la Vega. Visto así, el viejo conquistador se robó a la joven novia tixtleca; en retrospectiva, el carrancismo de mi padre no era tanto como para no haber querido a mi abuelo Cayetano y respetado a mi tío Vicente, que sobrevivió a la Revolución y murió con un rifle zapatista en la mano. De la conquista –suponiendo–, el apellido Sandoval; de la Independencia, el chicote de arriero, pero sin mulas (¡cuando mi vecina Victoria Enríquez heredó los lentes del general Guerrero!...), de la vida ni el gabán de cerdas despeinadas y olorosas a sudor de mi abuelo, ni la espada que tanto peleaba León Felipe. Díceres, croquis antiguos e historiadores afirman que la casa donde crecí en Chilpancingo fue sitio de descanso y remuda de bestias de arriería, de ahí que pueque no sea pura presunción eso de que don Convincente Guearriero hace un alto en el comedor y, si nos levantamos temprano, hasta se sienta a tomarse un chocolate en agua con nosotros.


El Sur, 22 de julio de 2011

http://www.suracapulco.com.mx/opinion02.php?id_nota=8470

jueves, 21 de julio de 2011

Promueve la revista cultural Reevolución en Iguala recorridos históricos

Anarsis Pacheco Pólito

La revista igualteca Reevolucion en coordinación con el Colectivo de Guías Yoalan, realizó por vez primera los recorridos históricos en los monumentos del centro de la ciudad de Iguala, con la finalidad de promover la importancia de los espacios históricos.
Los recorridos organizados en coordinación con el Colectivo de Guías Yoalan, incluyen el monumento histórico a la Bandera, que se inauguró en 1942, la iglesia de San Francisco de Asís y la Plaza de Armas.
Los organizadores invitaron a diversas instituciones educativas para que conozcan la historia y simbología del conjunto arquitectónico de Iguala.
En algunos de los monumentos históricos en el caso de la Iglesia de San Francisco de Asís, en la que se cuenta con las “tallas” de las puertas en donde plasmó el pintor Félix Nuñez Vergara las costumbres y los orígenes de la ciudad.
Las escuelas que participarán en este proyecto fueron previamente seleccionadas.
Para los meses de septiembre y noviembre se harán recorridos especiales al Monumento de la Bandera por el 69 aniversario de su inauguración y sobre sitios históricos relacionados con la Revolución Mexicana.

El Sur, 20 dejulio de 2011

http://www.suracapulco.com.mx/nota1e.php?id_nota=105512

Afecta negligencia de empresa contratada por Zeferino a museo de sitio en Costa Grande: INAH

Karla Galarce Sosa

El director del museo de sitio de la zona arqueológica la Soledad de Maciel, Rodolfo Lobato Rodríguez señaló que la empresa constructora que la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) contrató durante el gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo, dejó inconclusos los andadores periféricos, no hizo contrato de luz desde que éste fue inaugurado el 23 de marzo pasado por el entonces mandatario estatal y, derivado de ello, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) multó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que desde mayo pasado no tienen luz en el lugar.
Dijo que el sistema de seguridad, opera con baterías desde que la CFE impuso la multa de 30 mil pesos y, pese al compromiso que adquirió la actual secretaria de Turismo Estatal, Graciela Báez Ricárdez, el problema no ha sido resuelto.
Explicó que el corte de luz en el sitio, ubicado a 500 metros de la comunidad de la Soledad de Maciel, en Petatlán, fue realizado a una semana de que el ex gobernador Zeferino Torreblanca inauguró el museo.
“La empresa que contrató la Sefotur (dependencia del gobierno estatal) no dio de alta el contrato de luz ante la CFE, que impuso una multa de 29 mil pesos al INAH y, desde entonces no tenemos luz. Desde que nos entregaron el museo, nos hemos topado con una serie de problemas que el instituto ha tenido que resolver”, indicó el arqueólogo en entrevista.
Dijo que el 23 de mayo pasado se contó con la visita de Graciela Báez y se ofreció a solucionar el problema de luz por el que atraviesa la institución, sin embargo, el problema no ha sido resuelto.
En un recorrido que este medio efectuó el domingo pasado, se pudieron observar que los andadores perimetrales, tanto del juego de pelota, como del montículo B o unidad habitacional de los sacerdotes, están inconclusos.
“La Sefotur entregó la obra así”, indicó el funcionario federal y agregó que el encargado de la obra, cuyo nombre ni precisó, se comprometió a concluir el trabajo, sin embargo, una vez que el sitio fue inaugurado por Zeferino Torreblanca, no regresó.
El sitio arqueológico Xihuacán –que significa los poseedores del tiempo– está ubicado a 3.5 kilómetros de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo en la Costa Grande y, de acuerdo con lo informado por el responsable del sitio, Rodolfo Lobato, la carretera que conduce al museo, debía ser pavimentada también como parte del proyecto de construcción del museo, sin embargo sólo fueron cubiertos con asfalto escasos 500 metros, mismos que las lluvias se han encargado de deslavar.
Reclamó también que en apenas tres meses que ocuparon el edificio de una planta, se hayan registrado “vicios ocultos” en la infraestructura que, con esta primera temporada de lluvias, se han descubierto, entre las que destacan las infiltraciones en paredes de salas de exhibición y otras áreas, por lo que el INAH ha tenido que resolver para evitar el deterioro de las colecciones allí expuestas.
Respondió que desde su apertura, el museo ha recibido a poco más de 600 visitantes, unos 200 en promedio y, que cerca de la mitad de ellos, son extranjeros provenientes de Estados Unidos, Canadá e Inglaterra; el resto son visitantes locales y grupos escolares.
“Nos preocupa que las autoridades que se encargan de promover el turismo, no hagan caso de la ayuda que solicitamos, sobre todo porque una buena parte de nuestros visitantes son extranjeros”, reclamó Lobato Rodríguez.
En el museo se exhibe una colección integrada por piezas extraídas de la zona arqueológica y se representa, desde el sistema de construcción que los xihuacanenses utilizaron para edificar sus casas habitación y templos; hasta utensilios como ornamentos, herramientas de labor en campo, textiles; así como los aros del juego de pelota que se utilizaron en las olimpiadas de 1968.
El discurso museográfico del lugar, estuvo a cargo del diseñador Víctor Hugo Jasso, quien ubicó al centro de la exhibición, la réplica de uno de los doce entierros humanos hallados cerca del juego de pelota; que funge como eje medular de las colecciones y centro de la información.

El Sur, 20 de julio de 2011

lunes, 18 de julio de 2011

Usa el INAH método de restauración no validado en los restos óseos de los héroes

Silvia Isabel Gamez / Agencia Reforma

Ciudad de México

Utilizado por el INAH en la conservación de los huesos de los héroes de la Independencia, se desconoce cómo puede afectarlos con el paso del tiempo.
Desarrollado por la restauradora Luisa Mainou, este método mixto consiste en un remineralizante, el Reconos 110, y un consolidante, el Reconos 220, que detienen la pulverulencia del hueso y lo dotan de mayor dureza y resistencia.

Aunque es empleado desde hace algún tiempo por investigadores del INAH, del Reconos no existen estudios ni reportes científicos publicados sobre cómo interactúan sus componentes con el hueso ni sobre sus resultados a largo plazo. Esto ha impedido que el método sea evaluado, validado, contrastado o criticado, y que pueda ser conocido en otros países.

Puesto que el INAH mantiene la información bajo reserva, se ignora en qué materiales fue probado antes de utilizarlo en los restos históricos de los héroes, y por qué se decidió emplearlo en lugar de otros consolidantes que han demostrado su eficacia y cuyos efectos pueden ser controlados.

Alejandro Terrazas, miembro del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, fue uno de los primeros que utilizó el Reconos por consejo de Mainou. Hace siete años lo aplicó a esqueletos de 11 mil a mil años de antigüedad, procedentes de cenotes y cuevas sumergidas.

“Se nos craquelaron”, recuerda el antropólogo físico. “Obtuvimos resultados dispares. En algunos casos se produjeron cristales en los espacios interiores, y eso es muy peligroso, porque si crecen rompen el hueso, y en otros hubo cambios de textura”.

Por esta razón, Terrazas probó con el químico Manuel Reyes García otro consolidante, al que define como “un pariente” del acetato de polivinilo, mejor conocido como resistol blanco, uno de los productos más utilizados en la restauración de restos óseos. “No es que (el Reconos) haya fallado”, subraya, “porque detuvo la degradación del hueso, pero no garantizaba su perduración a largo plazo”.

Sólo al cabo del tiempo se podrá saber, agrega, si el Reconos funcionará con los restos de los héroes, que en los meses de julio y agosto de 2010 fueron restaurados por un equipo de especialistas del INAH dirigido por Lilia Rivero Weber, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural. En septiembre de ese año, la propia funcionaria afirmó en entrevista que sería en 2011 cuando buscarían la certificación internacional del producto.

“Si nos hubieran consultado”, dice Terrazas, “les habríamos pasado nuestras observaciones y hubieran podido decidir si lo aplicaban o no (a los héroes), pero nunca nos preguntaron”.

Desde Guadalajara, el químico y restaurador Francisco Mederos-Henry es tajante al afirmar que no existen “productos maravilla” en el mercado y que incluso los más probados pueden fallar.

“Pero a un nuevo producto es indispensable que se le haga una serie de tests de rutina: se aplica en probetas, se envejece artificialmente, se mide la dureza y, después de eso, se hace una evaluación y se emite una hoja técnica”, explica. “Si las pruebas de envejecimiento acelerado, que son indispensables, no se hicieron, ahí sí hay una falla, un problema”.

La Casa Santiago, fabricante del Reconos, no incluye en la información que proporciona a sus compradores si estos estudios se llevaron a cabo, y en entrevista, uno de sus propietarios, Agustín Santiago, descarta que se hayan hecho.
Uno de los escasos materiales que aborda las propiedades del producto es una investigación experimental de la restauradora Maia Garay: Análisis comparativo de tres sustancias para la consolidación del hueso: Paraloid B72, Reconos 110 y 220, y calcio, disponible en la biblioteca de la ENCRyM.

La mayor parte de la información incluida sobre el Reconos, precisa la autora en el trabajo realizado en 2008, se obtuvo por “comunicación oral” con Mainou, debido a la falta de estudios publicados. “Esto es una desventaja”, anota, “para investigar estos consolidantes y sustentarlos, pues no tienen un referente bibliográfico”.
Para el análisis, Garay utilizó 27 muestras de un esqueleto humano descontextualizado procedente de Metepec. En sus conclusiones afirma que los resultados logrados con el Reconos son casi equiparables a los del Paraloid B72 en cuanto a resistencia y soporte estructural, pero la falta de información, considera, “impide su utilización por cuestiones de criterio y ética profesional”.
“¿Existe mejor validación que la práctica?”, pregunta la investigadora de la Dirección de Antropología Física del INAH Josefina Bautista, aunque tampoco ella sabe qué sucederá en el futuro con los restos óseos de mamut a los que aplicó el producto. “Cinco años no es nada, pero no me han reportado ninguna alteración ni deterioro. Es lo que hasta ahora sabemos del Reconos”.

El investigador del Centro INAH Quintana Roo, Allan Ortega, comenzó a utilizar el Reconos en enero para eliminar los materiales minerales adheridos a restos óseos procedentes del sitio de Oxtankah, de 800 a 900 años de antigüedad.

“A mí me gusta el producto y le veo mucha utilidad”, señala. “Pero no lo usaría en restos acuáticos, de pantano, o de contextos sumergidos. Ahí tendría más cuidado. En materiales de contextos secos podría utilizarlo, pero no si están bien conservados”.
Sobre el grado de deterioro de los huesos de los héroes, que padecieron la humedad y el abandono desde que fueron depositados en la Catedral Metropolitana en 1823 hasta que más de un siglo después fueron trasladados al contexto más seco de la Columna de la Independencia, no hay un acuerdo entre el propio equipo que estuvo a cargo de su conservación y estudio. Mientras que el bioarqueólogo Jorge Arturo Talavera asegura que su estado era de regular a bueno, Rivero Weber sostiene que estaban pulverulentos.

Durante meses, Reforma buscó a Mainou y a Rivero Weber, que pospusieron, cancelaron y finalmente negaron una entrevista con este medio.

El Sur, 18 de julio de 2011