Karla Galarce Sosa
“Señor, si he obrado bien, tú lo sabes; y si mal, yo me acojo a tu infinita misericordia” fueron las últimas palabras que pronunció el Siervo de la Patria, José María Morelos y Pavón antes de ser fusilado de espaldas, como a un traidor y degradado en el clérigo.
Piezas como la réplica de la máscara mortuoria de Morelos, el facsimilar de Sentimientos de la Nación y un cañón, que dan cuenta de la vida del insurgente, son expuestas en la exposición Morelos, el héroe y el hombre que se inauguró el viernes en la sala de exposiciones temporales del Museo Histórico de Acapulco Fuerte de San Diego y que estará abierta al público hasta los primeros días de marzo.
El contenido de la exhibición está bajo el cuidado de la historiadora Martha Vela, mientras que la museografía es una propuesta de Víctor Hugo Jasso Ortíz, está dividida en cinco áreas temáticas: El Hombre, Vida Clerical, El Generalísimo, El Estadista y La Herencia del Héroe.
En la primera parte, se cuenta la infancia de Morelos y cómo las carencias económicas en las que se desarrolló lo llevaron a ser arriero y con ello, conocer perfectamente el camino del puerto de Acapulco a la antigua Ciudad de México, lo que le fue de gran utilidad durante su participación en la Guerra de Independencia, explicó la historiadora en entrevista.
Como objetos, en ese primer apartado se exhiben un par de espuelas, dos frenos de caballos, una báscula y la reproducción de cuatro monedas de cobre de aquella época, objetos que en su conjunto ilustran las herramientas de transportación y comercialización de finales del siglo XVIII y los albores del XIX, contextualizó Martha Vela, quien también forma parte del equipo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Explicó que en ese primer apartado de la exposición, se describe cómo durante sus viajes comerciales hacia la capital del país, Morelos conoció en diferentes pueblos de Guerrero a las familias Galeana y Bravo, con quienes luego se unió para impulsar el movimiento de Independencia en el sur de México.
En la segunda sección, Vida Clerical, se exhiben alrededor de 10 objetos religiosos: cáliz, crucifijos, rosarios y reclinatorios que ilustran la vida eclesiástica del siglo XVIII, en la cual Morelos conoció al cura Miguel Hidalgo, y vio en la práctica religiosa una forma de influir en la población para luchar por la libertad del país. Se destaca la muestra de una casulla atribuida al Siervo de la Nación y que forma parte del acervo del Museo Fuerte de San Diego.
En el tercer apartado, denominado El Generalísimo, se muestran diversas armas, entre ellas una espada atribuida a Morelos; se narra la entrevista que sostuvieron Morelos y Miguel Hidalgo en el trayecto del municipio de Charo a Indaparapeo, en Michoacán, donde el Padre de la Patria pidió al insurgente que levantara en armas al sur del país.
La especialista enfatizó que el caudillo suriano emprendió una ruta militar que comprendió parte de los estados de Michoacán, Guerrero y Morelos, de la que forma parte la toma del Fuerte de San Diego.
En la penúltima sala, El Estadista, se muestra cómo al mismo tiempo que planeaba y participaba en los enfrentamientos armados, José María Morelos también se preocupaba por ir delineando el Estado que quería para el país, y para ello convocó al Primer Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo.
“Para esta junta, Morelos redactó un documento, conformado por 22 artículos, en los que expuso los derechos de los mexicanos, el cual nombró Sentimientos de la Nación y lo leyó el 14 de septiembre de 1813, durante la inauguración del Congreso de Anáhuac”, dijo.
La exposición presenta un facsimilar de ese documento donde Morelos señaló: “Que la América es libre independiente de España y de toda otra nación, gobierno o monarquía, y que así se sancione, dando al mundo las razones”… “Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud”.
En el cuarto apartado también se exhibe la réplica de la portada de la Constitución de Apatzingán, elaborada por Andrés Quintana Roo, Carlos María de Bustamante, Ignacio López Rayón y el propio Morelos, entre otros, el 22 de octubre de 1814.
En el escrito, se reglamenta la organización y las funciones de cada uno de los tres poderes que conformarían el Estado mexicano: el Supremo Congreso (Poder Legislativo), el Supremo Gobierno (Poder Ejecutivo) y el Supremo Tribunal de Justicia (Poder Judicial).
La última sección denominada La Herencia del Héroe, organizada a manera de conclusión, muestra a través de reproducciones de litografías en gran formato la aprehensión del Siervo de la Nación, el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, Puebla; su juicio en la Ciudad de México el día 27 de ese mismo mes, y su ejecución el 22 de diciembre de ese año, en San Cristóbal Ecatepec, Estado de México.
Este apartado incluye la réplica de la máscara mortuoria del Siervo de la Nación, proporcionada por el Centro Comunitario de Ecatepec, Casa de Morelos.
La exposición es acompañada por videos en los que se muestran grabados los textos que acompañan la exhibición, además de cuadros originales de gran formato que forman parte del acervo del Museo Regional de Guerrero, lugar donde antes estuvo esta exposición itinerante que al concluir su período en Acapulco, será llevada a Iguala y Taxco.
Sur de Acapulco, 17 de febrero de 2011
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